Las muertes por el huracán Helene ascendieron a más de 180 en el sureste de Estados Unidos

El huracán Helene ha impactado gravemente el sureste de Estados Unidos, especialmente en Carolina del Norte y Carolina del Sur, donde más de un millón de personas permanecen sin electricidad ni servicio telefónico desde que la tormenta tocó tierra hace casi una semana.

La devastación, que dejó ya al menos 180 muertos, llevó a los residentes de Black Mountain y otras áreas afectadas a recurrir a formas tradicionales de comunicación y apoyo, debido al caos ocasionado.

En Black Mountain, los líderes comunitarios han establecido reuniones en la plaza del pueblo, donde se comparten actualizaciones sobre la situación. A través de gritos y notas escritas, los residentes se informan sobre el restablecimiento de servicios y la búsqueda de personas desaparecidas. Un tablero de mensajes improvisado ha sido utilizado para listar a aquellos que aún no han sido localizados. La interacción cara a cara ha sido fundamental en un contexto donde la tecnología ha fallado, de acuerdo con Associated Press.

Las condiciones del terreno han complicado la entrega de suministros. Equipos de rescate han estado utilizando mulas para llevar medicamentos y otros recursos a las casas ubicadas en áreas montañosas remotas. Los residentes han optado por recolectar agua de los arroyos y cocinar en estufas de campamento, una adaptación necesaria ante la falta de electricidad y agua potable, según ABC News.

El presidente Joe Biden ha sobrevolado las áreas devastadas y, en su discurso en Raleigh, Carolina del Norte, reconoció el trabajo conjunto de los gobernadores de ambos estados, resaltando que la respuesta a desastres debe ser bipartidista. Biden anunció que el gobierno federal cubrirá los costos de remoción de escombros y medidas de emergencia por un periodo de seis meses.

Más de 180 personas han perdido la vida debido a Helene, lo que lo convierte en uno de los huracanes más mortales en la historia reciente de Estados Unidos. El impacto del huracán se sintió no solo en Carolina del Norte y del Sur, sino también en Florida, Georgia, Tennessee y Virginia, donde se han reportado muertes y daños significativos, según Associated Press.

Los esfuerzos de búsqueda y rescate han sido intensificados. Equipos han estado removiendo árboles caídos y evaluando daños para localizar a los sobrevivientes. En muchos casos, las casas han sido arrastradas por las corrientes de agua, haciendo que la tarea de rescate sea aún más desafiante.

Sarah Vekasi, una alfarera de Black Mountain, expresó su preocupación por el futuro de su negocio tras el huracán. Sin embargo, subrayó la importancia de las reuniones comunitarias como un espacio de apoyo emocional y colaboración. Según Vekasi, estas interacciones han sido vitales para que la comunidad mantenga un sentido de unión durante tiempos difíciles.

Los servicios de atención médica en el sureste de EEUU han enfrentado desafíos, pero la mayoría de los hospitales han permanecido abiertos. Algunos centros han suspendido procedimientos electivos, mientras que otros han tenido que lidiar con interrupciones en el suministro eléctrico y daños estructurales. Las autoridades han informado que están monitoreando la situación y coordinando recursos para garantizar que se mantenga la atención a los pacientes.

El proceso de identificación de las víctimas ha sido complicado por la falta de comunicación. Avril Pinder, funcionaria del condado de Buncombe, comentó sobre los desafíos de notificar a los familiares de los fallecidos debido a los cortes de servicio. Las autoridades han estado trabajando en identificar a las víctimas mientras continúan las labores de búsqueda, según Associated Press.

En cuanto a la recuperación, Biden planea visitar zonas afectadas en Florida y Georgia para evaluar la situación y coordinar esfuerzos de ayuda. La administración federal ha activado recursos para atender las necesidades inmediatas de las comunidades afectadas y garantizar que se brinde apoyo a los sobrevivientes.

La situación en el sureste de Estados Unidos sigue evolucionando mientras los residentes enfrentan las secuelas del huracán Helene. Las autoridades locales y federales continúan trabajando para restablecer servicios y apoyar a quienes han sido afectados por esta catástrofe natural.