El huracán Helene ha dejado una estela de muerte y destrucción en su paso por el sureste de Estados Unidos. Hasta el momento, se reportan 130 fallecidos y más de 500 personas desaparecidas en seis estados, según información de CNN. La asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall, ha reconocido que el número de muertos podría ascender: “Los datos actuales que tenemos es que parece que podría haber hasta 600 vidas perdidas. Pero no tenemos ninguna confirmación de eso”.
Los estados más afectados han sido las Carolinas, con 56 y 30 muertos en Carolina del Norte y Carolina del Sur, respectivamente. De acuerdo con Associated Press, Georgia y Florida también han registrado numerosas víctimas mortales, contabilizando conjuntamente 42 fallecimientos. Sherwood-Randall mencionó: “Es posible que veamos más personas que lamentablemente fallecieron”, mientras continúan las operaciones de emergencia. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha hablado con el gobernador de Carolina del Norte, Henry McMaster, para recibir actualizaciones de los esfuerzos de respuesta.
La tormenta se originó en el noroeste de Florida como un huracán de categoría 4, con vientos sostenidos que alcanzaron los 225 km/h (140 mph). Al avanzar hacia el norte, Helene perdió fuerza, pero sus lluvias torrenciales inundaron áreas enteras, desbordando arroyos y ríos. CNN informa que localidades enteras han sido devastadas por la tormenta. El alcalde de Chimney Rock, en Carolina del Norte, Peter O’Leary, describió la situación como una “devastación total” después de que la tormenta arrasara el distrito comercial y dejara varias personas desaparecidas.
Associated Press reporta que más de dos millones de propietarios de viviendas y otros usuarios de servicios públicos siguieron sin electricidad hasta el domingo por la noche. Las carreteras cortadas dificultan los trabajos de rescate. Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, describió las escenas como “apocalípticas” y urgió una respuesta sin precedentes.
En una rueda de prensa desde la sala Roosevelt de la Casa Blanca, Biden mencionó que Helene ha sido una tormenta histórica y devastadora, prometiendo continuar brindando apoyo federal. “Estaremos allí todo el tiempo que sea necesario para terminar este trabajo”, declaró el presidente, de acuerdo a CNN. Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris planea visitar las comunidades afectadas para evaluar los daños, mientras que el candidato republicano Donald Trump se desplazará a Georgia, uno de los estados clave en las próximas elecciones presidenciales.
CNN también informa que el balance provisional de fallecidos atribuye 11 muertes a Florida, 31 a Georgia, 4 a Tennessee y 2 a Virginia. Sherwood-Randall destacó que los datos podrían cambiar a medida que se reciban más informes, y enfatizó la importancia de esperar cifras confirmadas. “Les insto a que esperen”, dijo durante una conferencia.
Las autoridades locales, en especial en el condado de Buncombe, en Carolina del Norte, han comenzado a evaluar los daños y organizar los esfuerzos de rescate y recuperación. El gobierno ha comprometido millas de millones de dólares para las operaciones de emergencia ante desastres.
Paralelamente, los meteorólogos advierten sobre la formación de la tormenta tropical Kirk, que podría evolucionar en otro huracán poderoso en los próximos días. Con los efectos de Helene aún presentes, las autoridades urgieron a las comunidades en riesgo a mantenerse informadas y prepararse para posibles evacuaciones adicionales.
Helene ha sido ya clasificada como uno de los huracanes más mortíferos en la historia reciente de Estados Unidos, superando la cifra de muertos de Irma en 2017, y acercándose a los niveles devastadores del huracán Katrina de 2005.