Cuándo comienza el horario de invierno en Estados Unidos 2024

• El domingo 3 de noviembre de 2024, a las 2:00 a. m., Estados Unidos retrocederá una hora el reloj.
• El ajuste busca proporcionar más luz en las mañanas invernales, aunque sigue generando debate en algunos estados.
• Hawái, gran parte de Arizona y cinco territorios estadounidenses no realizan el cambio de hora.

Lo esencial: el horario de invierno comenzará en Estados Unidos el domingo 3 de noviembre de 2024. Con esta práctica, aprobada hace casi 60 años bajo la Ley del Tiempo Uniforme, la mayoría de los estadounidenses ajustarán sus relojes para ganar una hora extra de sueño. Sin embargo, algunos territorios como Hawái y la mayor parte de Arizona mantienen el mismo horario durante todo el año debido a sus condiciones climáticas y ubicación. Aunque en 2022 el Senado aprobó la Ley de Protección del Sol para implementar un horario de verano permanente, la legislación aún no ha sido aprobada en el Congreso.

El horario de invierno en Estados Unidos llegará pronto, por lo que millones de residentes en el país retrasarán una hora el reloj, ganando así una hora extra de sueño. Esta práctica, que a menudo genera controversia, ocurre dos veces al año: en marzo y en noviembre, con el objetivo de proporcionar más luz diurna en las mañanas de invierno y en las tardes de verano.

El horario de invierno comenzará este 2024 a las 2:00 horas del domingo 3 de noviembre, pese a que muchos estados aún buscan omitir el cambio de hora, el cual fue avalado hace casi 60 años con la aprobación de la Ley del Tiempo Uniforme en el Congreso.

El primer cambio de horario en Estados Unidos en 2024 se realizó el domingo 10 de marzo, también a las 2:00 horas, cuando los relojes se adelantaron una hora. Este esquema se mantiene en la mayoría de los estados y territorios estadounidenses.

Si bien la mayoría de estados en el país participaron del horario de verano, Hawái y la mayor parte de Arizona no se ven afectados, debido a sus condiciones climáticas y ubicación geográfica, según explicó USA Today.

Además, existen cinco territorios que tampoco aplican el cambio de hora: Samoa Americana, Guam, Islas Marianas del Norte, Puerto Rico e Islas Vírgenes.

USA Today señaló que el empuje para detener el cambio de horario fue presentado ante el Congreso en los últimos años, cuando el Senado aprobó unánimemente la Ley de Protección del Sol en 2022, un proyecto para hacer permanente el horario de verano. Sin embargo, dicha legislación no fue aprobada por la Cámara de Representantes ni firmada por el presidente Joe Biden. Por si fuese poco, la versión del 2023 de la legislación también permaneció inactiva.

La controversia sobre modificar los horarios radica en que ellos afectan a padres, niños y mascotas, a pesar de que muchos estadounidenses lo esperan con ansias por la ganancia de una hora extra de sueño en noviembre.

Múltiples estados mostraron interés en la adopción del horario de verano permanente. De acuerdo con NBC News, Alabama, Colorado, Florida, Georgia, Luisiana, Maine, Minnesota, Misuri, Oklahoma, Carolina del Sur y Tennessee tienen leyes que les permitirían observar el cambio permanentemente si el Congreso llegara a modificar la Ley del Tiempo Uniforme.

Mientras tanto, en el estado de Illinois, aunque se han propuesto leyes para observar el horario de verano permanente, ninguna ha sido aprobada por la Asamblea General, según legisladores.

En Indiana, la situación es similar, con la mayoría del estado operando en la zona horaria del Este y algunos condados en el noroeste operando en la zona horaria del Centro. En Michigan, una propuesta de referéndum para que los votantes decidirían sobre el horario de verano también fue referida a un comité y no pasó a tiempo para la elección de 2024.

Varios estudios indican que los ajustes de horario pueden tener efectos significativos en la salud de los estadounidenses. Al adelantar o retrasar el reloj, se alteran los ritmos circadianos, o reloj biológico, lo que afecta el sueño y, en consecuencia, otros aspectos del bienestar físico y mental.

Según la Asociación Americana del Corazón (AHA), cuando se adelanta una hora, esta alteración se asocia con un aumento temporal en el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La institución también señaló que la interrupción del sueño afecta la presión arterial y los niveles de inflamación, lo que puede tener un impacto negativo en la salud de personas vulnerables.

Además, un estudio del año 2020, publicado en la revista Current Biology, encontró que el cambio de horario en primavera y otoño también incrementa los accidentes de tráfico en los días posteriores al ajuste. La investigación reveló que el riesgo aumenta un 6% durante la semana posterior al cambio de horario, debido a la somnolencia y la fatiga acumulada en conductores. Este impacto es especialmente relevante en la población que ya experimenta dificultades de sueño, como adultos mayores y personas con trastornos del sueño.

La Asociación Americana de Psicología (APA) advierte que la falta de adaptación a los cambios de horario puede provocar irritabilidad, fatiga y dificultades de concentración, especialmente en niños y adolescentes.