Santiago Peña desplegó su agenda política en Naciones Unidas para profundizar la inserción global de Paraguay

El líder paraguayo apuesta a la integración geopolítica y exprimió las intensas jornadas en la Asamblea General para mantener reuniones con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyden, y el secretario General de la ONU, Antonio Guterres

Santiago Peña durante su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas

(Desde Washington, Estados Unidos) Cuando daba una clase magistral sobre América Latina en la Universidad de Columbia, el destacado economista Jeffrey Sachs reconoció que sabía muy poco de Paraguay. Al terminar su exposición, un estudiante alto y desgarbado se acercó al profesor Sachs para plantear su punto de vista: “No nos conocen, porque no estamos integrados”, dijo Santiago Peña, actual presidente paraguayo. Sachs asumió el punto de vista de Peña, que ahora lo tiene como hoja de ruta de su gobierno.

La agenda de Peña en Naciones Unidas demuestra su intención de integrar al Paraguay al mundo. No es un cliché, ni un argumento de campaña electoral. No hay reelección presidencial en su país, y todo se plantea como una estrategia nacional que se perfecciona en el tiempo.

“Tengo cinco años para cumplir mi agenda. No hay que dormir”, explicó Peña a Infobae durante su viaje a la ONU.

-¿Su idea de integración explica la candidatura del canciller paraguayo Rubén Ramírez como secretario General de la OEA?

-Sí, efectivamente. El canciller Ramírez puede cumplir con esa responsabilidad. Tenemos que lograr un continente unido, incorporar al Caribe con todo su potencial. En la OEA, al Caribe, hay que reconocerle lo que vale-, contestó Peña.

El presidente Peña y su canciller Ramírez, que es candidato por Paraguay para ocupar la Secretaría General de la OEA

-Los políticos en el poder tienen obsesiones. ¿Usted tiene una?

-Sí. Paraguay será un país moderno y desarrollado. Nosotros somos resilientes, atravesamos tragedias. Y apostamos a la democracia.

La mirada política del presidente paraguayo no concluye en Asunción o América Latina. Tiene formación geopolítica y comprende que los acontecimientos internacionales impactan sobre la política doméstica.

En este sentido, se reunió con Volodimir Zelensky para analizar la situación de la guerra en Ucrania, que afecta la estabilidad europea y causó una crisis global en la distribución de energía y alimentos.

Santiago Peña y Volodimir Zelensky durante un encuentro en New York, (Estados Unidos)

“Nuestro compromiso con Ucrania es un compromiso con la paz. Paraguay, un país que conoce bien las devastadoras consecuencias de la guerra, y apoyamos a Ucrania en estos tiempos de dificultad”, sostuvo Peña.

La posición del presidente paraguayo implica un contraste con otros mandatarios en la región. Peña se ubica al lado de Javier Milei y de Luis Lacalle Pou frente a las posiciones opacas de Lula da Silva y Andrés Manuel López Obrador, que tienen vínculos profundos con Rusia.

Y esas diferencias en política exterior también aparecen desnudas respecto a Israel y su principio de defensa ante los ataques terroristas de Hamas y Hezbollah.

Peña condenó los atentados del 7 de octubre, exige la libertad de los rehenes cautivos en Gaza y tiene intenciones de viajar a Tel Aviv y Jerusalem antes que concluya noviembre. Una decisión política compleja, en la actual coyuntura de Medio Oriente.

El presidente del Paraguay también observa el lejano oriente, y tiene posición tomada respecto a Taiwán. Cree que hay que defender su soberanía ante los constantes embates de China, y asume que Paraguay es el “sincero aliado de Taiwán en el Hemisferio”.

A pesar de las diferencias que mantiene en política exterior con Lula da Silva, el presidente paraguayo tiene relación fluida con su colega brasileño. Comparten el Mercosur, una larga frontera, y preocupaciones comunes vinculadas al crimen transnacional, la migración indocumentada, Venezuela y la integración regional.

Lula pretende transformar a Brasil en el representante global de América Latina, y esa estrategia diplomática causa ciertos roces con otros mandatarios de la región. El G20 se hace este año en Río de Janeiro, y eso para Lula presupone una ventaja para sus objetivos políticos y personales.

-¿Cómo se lleva con Lula?

-Con Lula nos unen nuestras ganas de trabajar juntos por nuestros países y por una verdadera integración regional. Trabajamos en una agenda constructiva que va a permitir marcar hitos históricos en las relaciones entre ambos pueblos.

-Pero tiene diferencias...

-Hay matices. Pero lo más importante es lograr la integración regional.

-Una de sus obsesiones políticas.

-Sí.

-¿Lo ve al profesor Sachs, o terminó en Columbia y perdió el contacto?.

-Lo veo. Cené con él, acá en New York. Todavía se acuerda, cuando le conté mi sueño para Paraguay.