David Bintz, de 69 años, y su hermano Robert Bintz, de 68, originarios de Green Bay, Wisconsin, han sido exonerados después de pasar casi 25 años en prisión por el asesinato de Sandra Lison en 1987. La nueva tecnología de genealogía genética fue clave para identificar al verdadero culpable y liberar a los hermanos de sus condenas injustas.
El asesinato de Lison tuvo lugar el 4 de agosto de 1987 cuando desapareció de su trabajo en el bar Good Times en Green Bay. Posteriormente, sus restos fueron hallados en el Bosque Machickanee en el condado de Oconto, a unos 48 kilómetros de distancia. Según informó el Green Bay Press-Gazette, la autopsia reveló que la mujer había sido estrangulada y existía evidencia de que había sido agredida sexualmente antes de ser asesinada.
La policía interrogó a los hermanos Bintz, ya que estuvieron en el bar la noche del crimen. Fox 11 News reportó que David había tenido una discusión con Lison sobre la cuenta. Sin embargo, no había evidencia física que los ligara al crimen.
El caso se enfrió hasta que, en 1998, un compañero informó a las autoridades que David había confesado en sueños haber matado a la joven, según WFRV. A pesar de la falta de evidencia física, los dos fueron condenados en 2000 a cadena perpetua bajo la afirmación de que habían robado y asesinado a la víctima.
La suerte de los hermanos cambió en 2018 con el interés del Great North Innocence Project de Minnesota en el caso. Al no encontrar pruebas que vincularan a los Bintz al asesinato, el director legal del proyecto, Jim Mayer, recurrió al Investigative Genetic Genealogy Center (IGC), una organización especializada en pruebas de ADN.
En 2023, los investigadores crearon un perfil genético del ADN encontrado en la escena del crimen y lo subieron a bases de datos de consumidores como GEDmatch.
El IGC identificó coincidencias genéticas que apuntaban a tres hermanos de Green Bay, siendo uno de ellos William Hendricks, un violador convicto que murió en 2000, según Fox 11.
En abril, el ADN de los restos exhumados de Hendricks fue comparado, y se determinó que era casi imposible que el ADN perteneciera a otra persona, según los reportes.
Finalmente, el viernes 27 de septiembre, un juez aceptó liberar a los hermanos. “Hoy, Sandra Lison encontrará paz, porque ahora se conoce al verdadero asesino”, declaró el juez Donald Zuidmulder, según NBC 26. “Es, por lo tanto, mi deber seguir la ley y firmar los fallos que anulan las condenas de ambos acusados y ponerlos en libertad”, añadió.
“Estábamos intentando realizar pruebas porque había toda esta evidencia física, ninguna de la cual conectaba a los hermanos con el crimen”, dijo James Mayer, un abogado gestionando el caso.
Según la ley estatal de Wisconsin, aquellas personas que son condenadas erróneamente reciben una compensación de 5,000 dólares por año en prisión, hasta un máximo de 25,000 dólares. Esto significa que cada hermano será recompensado con el monto máximo por la condena injusta.