Quiénes son las esposas de los hermanos Menéndez y cómo logran mantener sus relaciones

Rebecca Sneed y Tammi Saccoman cuentan cómo viven sus matrimonios a pesar de la prohibición de visitas conyugales en las prisiones de California

Rebecca Sneed y Tammi Saccoman han sido figuras clave en la vida emocional de los hermanos Menéndez

Recientemente, los hermanos Menéndez han vuelto a ser tema de conversación pública gracias a una serie producida por Netflix titulada Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story. La serie examina no solo los asesinatos, sino también las acusaciones de abuso sexual que los hermanos hicieron en contra de su padre durante sus juicios. Sin embargo, un aspecto menos conocido, pero igualmente fascinante, son las relaciones de ambos presos con sus esposas, Rebecca Sneed y Tammi Saccoman.

La primera boda de Lyle

Lyle Menendez, el mayor de los hermanos, ha estado casado dos veces. Su primer matrimonio fue con Anna Eriksson, una modelo que conoció durante su primer juicio cuando Eriksson le escribió una carta.

Según People, Eriksson se mudó a Los Ángeles en 1994 para estar más cerca de él y la pareja se casó el 2 de julio de 1996, el mismo día en que Lyle fue sentenciado a cadena perpetua. Su matrimonio terminó en 2001, cuando la mujer solicitó el divorcio, alegando que su pareja le había sido infiel al intercambiar cartas con otras mujeres sin su conocimiento.

Quién es la esposa de Lyle Menendez

En 2003, Lyle se casó con Rebecca Sneed, una periodista que conocía desde hacía una década. NBC News informó que su relación comenzó cuando la reportera empezó a enviarle cartas después de su separación con Eriksson.

Rebecca, ahora abogada, vive en Sacramento, California, y visita a su esposo semanalmente. En una entrevista con People en 2017, Lyle comentó sobre su relación: “Nuestro contacto suele estar muy libre de distracciones y probablemente tenemos conversaciones más íntimas que la mayoría de los cónyuges casados”.

Con quién se casó Erik Menéndez

Erik, por otro lado, está casado con Tammi Saccoman desde 1998. Su historia comenzó cuando ella vio el juicio de los hermanos en televisión en 1993 y decidió enviarle una carta al hermano de Lyle, con el consentimiento de su entonces esposo, Chuck Saccoman.

Cosmopolitan informó que Chuck se entregó a la policía en 1996 tras haber sido acusado de abusar sexualmente de la hija adolescente de Tammi y se suicidó dos días después. Fue en ese momento cuando ella se acercó más a Erik a través de sus cartas.

Rebecca Sneed construyó una relación de apoyo íntimo y cercano a pesar de la distancia de la cárcel con Lyle Menendez.

El primer encuentro entre Tammi y Erik ocurrió en 1997, cuatro años después de que comenzaran a comunicarse. Su primer encuentro en la prisión estatal de Folsom fue descrito por Erik como “la experiencia más hermosa de mi vida”.

Aunque Tammi tenía planes de mudarse a Georgia, decidió establecerse en Sacramento para estar más cerca de Erik, visitándolo cuatro veces por semana. Sobre su matrimonio, él comentó a People en 2005 que su esposa fue un salvavidas para él: “El amor de Tammi fue un paso importante en mi decisión de elegir la vida”.

A pesar de sus historias complicadas, ambos hermanos han encontrado apoyo emocional en sus respectivas esposas. Sin embargo, ninguno de los matrimonios ha sido consumado, ya que las visitas conyugales están prohibidas para los presos que cumplen cadena perpetua en California. Lyle expresó a ABC News en 2017: “Una cosa que he aprendido es que su comodidad física es mucho menos importante que su conexión con las personas a su alrededor”.

Tammi eligió mudarse a Sacramento en lugar de Georgia para estar más cerca de Erik y lo visita cuatro veces por semana.

Tammi, por su parte, le dijo a People en 2005: “No tener sexo en mi vida es difícil, pero no es un problema para mí. Tengo que estar físicamente separada, y estoy emocionalmente unida a Erik”.

La serie de Netflix ha reavivado el interés en la vida de los hermanos Menéndez, proporcionando una plataforma para explorar no solo su notorio crimen, sino también la vida matrimonial que llevan desde la cárcel.