(Desde Washington, Estados Unidos) Tras una sucesión de encuentros reservados bajo el paraguas de la Asamblea General de la ONU, dos enviados de Joseph Biden para dialogar con Ron Dermer - ministro de Asuntos Estratégicos de Israel- informaron a la Casa Blanca que Benjamín Netanyahu optó por continuar con los ataques aéreos contra Hezbollah frente a la propuesta de cese del fuego por 21 días presentada por Estados Unidos, Francia y sus aliados del G7 y el mundo árabe.
Amos Hochstein -consejero de Biden para el Líbano- y Brett McGurk -representante de la Casa Blanca para Medio Oriente- se reunieron con el ministro israelí Dermer para encontrar un punto de contacto entre la iniciativa de tregua de tres semanas y la hoja de ruta de Israel respecto a la ofensiva del grupo terrorista que opera desde la frontera sur libanesa.
Los enviados de Biden y Netanyahu coincidieron en la necesidad de pactar una tregua que permita evitar un conflicto total en Medio Oriente y trasladar a sus hogares a los ciudadanos israelíes de la frontera norte que se encuentran refugiados en Tel Aviv, pero se diferenciaron respecto a los métodos y los tiempos de ejecución para alcanzar un cese del fuego.
El ministro Dermer explicó a Hochstein y McGurk que Israel no confía en Hezbollah y que antes de la tregua debe ejecutarse una respuesta militar contundente que termine con la capacidad bélica de la organización terrorista.
Hochstein y McGurk replicaron que esa respuesta militar puede desembocar en una guerra abierta que incluya a otros países de la región -Irán, Siria e Irak- y que la tregua abriría un espacio de negociación para lograr que los israelíes mudados a Tel Aviv pudieran regresar a sus pueblos cercanos a la frontera con el Líbano.
No hubo acuerdo.
Y para ratificar su posición presentada en los encuentros con Hochstein y McGurk, la oficina de prensa de Netanyahu emitió un comunicado con neutralidad diplomática:
“Israel comparte los objetivos de la iniciativa encabezada por los Estados Unidos de permitir que las personas que viven a lo largo de nuestra frontera norte regresen a sus hogares de manera segura y protegida. Israel aprecia los esfuerzos de los Estados Unidos en este sentido porque el papel de ese país es indispensable para promover la estabilidad y la seguridad en la región”.
Las reuniones se postergaron para hoy en New York, en el marco del discurso que pronunciará Netanyahu ante la Asamblea General de la ONU. Esa presentación pública del premier israelí será clave para determinar si hay posibilidad de una tregua con Hezbollah, o todo quedará trabado como sucedió con la iniciativa Biden para el cese del fuego en Gaza.
Además de explicitar su posición política ante la Asamblea General de la ONU, Netanyahu tiene que contener su frente interno para esquivar una crisis que afecte la estabilidad de su propio gobierno.
Esta situación doméstica explica porque el premier aceptó avanzar en las negociaciones de una tregua en el Líbano -aunque disentía en el borrador propuesto por Estados Unidos-, y horas más tarde emitió un comunicado oficial asegurando que su decisión táctica era combatir sin descanso contra Hezbollah.
“La política de Israel es clara: seguimos atacando a Hezbolá con todas nuestras fuerzas. No nos detendremos hasta lograr todos nuestros objetivos, en primer lugar, devolver a los residentes del norte sanos y salvos a sus hogares. Esta es la política y nadie debe equivocarse al respecto”, sostuvo el comunicado que se conoció en Jerusalem cuando Netanyahu aterrizó en New York.
Los ministros conservadores Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir rechazan al cese del fuego en el Líbano y sus perspectivas siempre condiciona las decisiones de Netanyahu. Sin ellos, el gobierno de coalición puede implosionar. Smotrich y Ben-Gvir tambien se opusieron a la tregua en Gaza propuesta por Biden.
Entonces, las negociaciones se dan -al menos- en tres tableros diferentes. Estados Unidos con Israel, Netanyahu con su frente interno y el Emir de Qatar con Irán y la cúpula terrorista de Hezbollah. Cuando concluya el discurso de Netanyahu en la Asamblea de la ONU -por su tono político y diplomático- se sabrá si aún existe la propuesta de tregua para el Líbano que presentó Biden.