En un auditorio de Riverside, el 19 de septiembre, se reunió una multitud diversa de 775 personas provenientes de 63 países para tomar el juramento de ciudadanía estadounidense. De acuerdo con Los Angeles Times, las autoridades de inmigración en los Estados Unidos están aprobando aplicaciones de ciudadanía a una velocidad no vista en una década.
Este incremento se debe a los esfuerzos de la administración Biden por reducir un atraso en las aplicaciones que comenzó durante el mandato de Trump y se exacerbó durante la pandemia de COVID-19.
El Departamento de Seguridad Nacional ha enfatizado que este aumento en la naturalización no está impulsado por motivos electorales. “La institución no toma acciones basadas en la política electoral o elecciones próximas”, declaró la portavoz Naree Ketudat a Los Angeles Times.
Sin embargo, es común que las solicitudes de ciudadanía aumenten durante los años electorales, especialmente en California, que alberga el mayor número de residentes permanentes legales elegibles para naturalizarse.
Una de las asistentes a la ceremonia, Victoria Van Valen, de 54 años y proveniente de México, comentó su anhelo de votar en las próximas elecciones presidenciales. “Estaba ansiosa y emocionada de llegar a este día antes del día de las elecciones”, dijo la mujer, que planea votar por Trump debido a sus políticas económicas y su postura firme en inmigración.
Esta perspectiva subrayó que no todos los nuevos ciudadanos tienen inclinaciones políticas similares, como lo destacó Xiao Wang, cofundador de Boundless, a Los Angeles Times: “Esto no es parte de alguna conspiración maestra para inundar el país con nuevos votantes demócratas”.
El impacto de estos nuevos ciudadanos en las elecciones podría ser significativo en estados clave. Nicole Melaku, directora ejecutiva del National Partnership for New Americans (NPNA), explicó al medio de comunicación que “en Arizona seguimos hablando de un margen de victoria de 10,000 votos”, refiriéndose al ajustado margen con el cual Biden ganó en ese estado en 2020.
Según una encuesta reciente del NPNA, citada por Los Angeles Times, el 97% de los ciudadanos naturalizados en estados clave, además del Estado Dorado, dijeron que es probable que voten en otoño, y el 76% afirmó que definitivamente lo hará.
Entre los esfuerzos para acelerar el proceso de naturalización, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) priorizó las aplicaciones de naturalización, aceptó solicitudes en línea e incrementó su personal.
El tiempo de procesamiento promedio de una solicitud de ciudadanía se redujo a casi la mitad, desde un récord de 11.5 meses en 2021 a 4.9 meses en el presente año fiscal. Esto se compara con el promedio de 4.9 meses de hace una década.
La rapidez en el procesamiento también ha permitido a muchos como Elvi Cano, una productora de cine y eventos en Los Ángeles, obtener la ciudadanía dentro de los seis meses posteriores a su solicitud. Cano mencionó al medio de comunicación angelino que la amenaza de deportaciones masivas bajo la administración Trump la motivó a buscar la ciudadanía tan pronto como fuera elegible.
La posibilidad de que los nuevos ciudadanos lleguen a tener una influencia notable depende en gran medida del estado en que residan y su disposición para votar, especialmente en los estados de elección reñida. A medida que se acercan las elecciones de noviembre y el país sigue procesando aplicaciones de ciudadanía a un ritmo sin precedentes, el impacto de estos nuevos votantes podría ser crítico.