Los osos negros en California están comenzando a hacer su presencia cada vez más notoria en comunidades urbanas debido al desarrollo de viviendas en áreas cercanas a los bosques. La ciudad de Sierra Madre, que colinda con el Bosque Nacional de Los Ángeles de más de 283,280 hectáreas, ha sido escenario de varios encuentros entre residentes y osos.
Este fenómeno no es aislado, sino que se repite en varias localidades vecinas como Altadena y Monrovia, donde los residentes han reportado frecuentes avistamientos de osos en los últimos años.
Tim Daly, oficial de información pública del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California, expresó a The Guardian que, “a medida que los humanos se acercan más a los bosques, los encuentros con animales salvajes, incluido los osos, se vuelven más comunes”. Los ejemplares, según Daly, poseen una aguda capacidad visual y auditiva, además de un sentido del olfato siete veces mayor que el de un sabueso.
El invierno es una época particularmente activa para estos animales, ya que se están preparando para la hibernación. “Los osos están buscando comida, agua o refugio, y cuando los encuentran, no es raro que se queden un tiempo o regresen con regularidad”, sostuvo Daly.
Para prevenir incursiones de osos, se han implementado varias medidas, incluyendo la distribución de contenedores de basura resistentes a osos para los residentes de Sierra Madre.
Laura Aguilar, la subgerente municipal de la ciudad, explicó a The Guardian que no solo se trata de osos; otras especies como coyotes, venados y ocasionalmente leones de montaña también son vistas en la zona debido a su proximidad con las colinas. “No es raro ver vida silvestre porque estamos al pie de las colinas”, comentó.
Susan y Bob Nesler, residentes de Sierra Madre, han tenido un visitante peludo frecuente durante más de dos semanas. “Es un buen oso, no lastima a nadie”, dijo el hombre a The Guardian.
El oso negro ha estado entrando diariamente a su casa a través de un espacio rastreable abierto y se va por la noche. Con la ayuda de funcionarios del estado, están trabajando para bloquear el acceso con una malla metálica resistente a estos animales.
Daly también ofreció recomendaciones adicionales para los residentes, sugiriendo que “Si tienes un árbol frutal en tu patio, asegúrate de recoger la fruta que cae al suelo. No dejes alimentos para mascotas afuera durante la noche”. Estos consejos buscan minimizar los motivos que tienen estos mamíferos de gran tamaño para aventurarse en áreas residenciales.
El aumento de avistamientos de estos ejemplares no solo se debe al desarrollo urbano; la población de osos negros en California ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Según The Guardian, en la década de 1980 había entre 10.000 y 15.000 miembros de la especie, mientras que en 2024 esa cifra ha subido a entre 25.000 y 30.000. Esto ha incrementado los registros de avistamientos en Los Ángeles, pasando de 28 avistamientos en 2017 a 455 en 2023.
Finalmente, Daly subrayó la importancia de no atacar a un oso si uno se encuentra frente a frente con él. “Dar la vuelta y correr es una mala idea”, advirtió a The Guardian. En lugar de ello, recomienda retroceder lentamente.