Estados Unidos exigió este lunes al régimen de Irán que detenga sus “actividades desestabilizadoras” en todo el mundo, como condición previa para que ambos países puedan retomar las negociaciones para revivir el pacto nuclear de 2015.
Así reaccionó la Administración de Joe Biden después de que el ministro iraní de Exteriores, Abás Araqchí, afirmara que su país está listo para reiniciar las conversaciones esta semana, durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, si “las otras partes están dispuestas”.
En declaraciones a la agencia de noticias EFE, un portavoz del Departamento de Estado dijo que Estados Unidos considera que la diplomacia es “la mejor manera” de lograr una solución, pero ahora mismo es una posibilidad “muy lejana” debido al comportamiento de Irán.
“El camino que Irán debe seguir es, en gran medida, poner fin a sus actividades desestabilizadoras en todo el mundo. Eso es algo que Irán debe demostrarnos con hechos, no con palabras”, afirmó esta fuente.
El portavoz detalló que si el régimen iraní quiere demostrar “su buena fe”, primero debe adoptar una serie de medidas inmediatas que pasan por “dejar de armar a los grupos terroristas” y “detener su escalada nuclear y levantar su bloqueo al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)”.
También dejar de “matar a opositores”, detener las “ejecuciones injustas de iraníes” y frenar “la transferencia de misiles y de drones a Rusia” que son utilizados en la guerra de Ucrania.
“Seguiremos juzgando al régimen por sus acciones, no por sus palabras”, sentenció.
Irán firmó en 2015 un acuerdo nuclear que limitaba sus actividades atómicas a cambio del levantamiento de las sanciones con seis grandes potencias, incluyendo Estados Unidos.
La Administración de Donald Trump (2017-2021) salió del acuerdo de manera unilateral en 2018 y, desde entonces, Irán ha aumentado de manera considerable su programa nuclear, sin que haya sido posible llegar a otro pacto.
El Gobierno de Biden intentó revivir el acuerdo, pero las negociaciones con Irán se rompieron en 2022.
El pasado julio, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Irán se encontraba a “una o dos semanas” de tener suficiente uranio enriquecido como para desarrollar un arma nuclear.
El OEIA estimó recientemente que las existencias totales de uranio enriquecido de Irán, que según el acuerdo nuclear no deberían superar los 300 kilos, totalizaban a mediados de agosto los 5.751 kilos.
Los expertos notificaron en el último informe trimestral que las reservas de la sustancia a una pureza del 60% habían aumentado 16% entre junio y agosto, lo que se traduce en unos 22,6 kilogramos, hasta los 164,7 kilogramos totales. Con esta cantidad, advirtieron, el régimen persa está tan solo a dos kilogramos de la cantidad necesaria para fabricar cuatro bombas nucleares, si se enriquece un poco más el producto, hasta el 90 por ciento.
“La continua producción y acumulación de uranio altamente enriquecido por parte de Irán, el único Estado no poseedor de armas nucleares que lo hace, aumenta la preocupación en el organismo”, señaló el director general del OIEA, Rafael Grossi, al término del documento de 13 páginas que fue entregado a diplomáticos de todo el mundo.
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, se ha mostrado dispuesto a tratar de mejorar las relaciones con los países occidentales desde su toma de posesión a finales de julio, pero siempre ha subrayado que no “tolerará abusos”.
(Con información de EFE)