Estados Unidos condenó este viernes las amenazas lanzadas por Rusia en los últimos días sobre un conflicto con la OTAN si ésta permite a Ucrania usar sus misiles de largo alcance contra su territorio y tildó “este tipo de retórica” como “increíblemente peligrosa”. Las palabras de la portavoz Karine Jean-Pierre se dieron poco antes de que comenzara una reunión en la Casa Blanca entre el presidente Joe Biden y el primer ministro británico, Keir Starmer, en la que se abordó esta cuestión, entre otras, a la que le siguió una declaración del mandatario, que dijo que “no pienso mucho en Vladimir Putin”, desestimando así sus dichos.
Ucrania lleva tiempo pidiendo a los aliados que le permitan usar sus misiles de largo alcance -especialmente los ATCAMS estadounidenses y los Storm Shadow británicos- contra bases militares en Rusia, desde donde las Fuerzas Armadas lanzan sus ataques. “Cualquiera que vea en el mapa desde dónde lanza Rusia sus ataques, dónde entrena a sus tropas, mantiene a sus reservas y sitúa sus infraestructuras militares entiende claramente por qué Ucrania necesita capacidades de larga distancia”, dijo Volodimir Zelensky durante un foro sobre seguridad celebrado en Kiev.
El pedido, que inicialmente fue rechazado por los aliados, habría conseguido cierta aceptación de los mandatarios. Inclusive, el secretario de Estado Antony Blinken adelantó que su país “ajustará” su asistencia “según sea necesario”.
Ante este escenario, Rusia no tardó en amenazar a la comunidad internacional, en un intento por detener este cambio de postura, que podría afectar seriamente sus operaciones y estrategia. La víspera, durante un discurso televisivo en San Petersburgo, Vladimir Putin alertó que si -efectivamente- alguno de los países toma la decisión de relajar estas restricciones de uso, ello “no significará otra cosa que la participación directa de los países de la OTAN, de Estados Unidos y de los países europeos en la guerra en Ucrania (...) eso significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, combaten contra Rusia”.
El mandatario insistió, además, en el grado de participación de estas naciones y señaló que las tropas ucranianas no tienen la capacidad para operar estos misiles, que éstos solo se pueden lanzar contra su territorio con la ayuda de los datos de inteligencia de Washington o la Unión Europea y que “las misiones de vuelo solo pueden ser determinadas por los militares de los países” de la Alianza.
Es por ello que, de darse este escenario, se modificará “la propia naturaleza del conflicto”, en el que se enfrentan únicamente el Ejército ruso contra el ucraniano, y llevará a que “tomemos las correspondientes decisiones, partiendo de las amenazas que nos creen”, agregó Putin.
Asimismo, este viernes, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, tomó la posta de sus palabras ante el Consejo de Seguridad del organismo y declaró que “si realmente se toma la decisión de levantar las restricciones, eso significará que, a partir de ese momento, los países de la OTAN estarán llevando a cabo una guerra directa contra Rusia”.
“Como comprenderán, tendremos que tomar las decisiones pertinentes, con todas las consecuencias que todo esto implicaría para los agresores occidentales. La OTAN será parte directa en las hostilidades contra una potencia nuclear... creo que no deberían olvidarse de esto y pensar en las consecuencias”, continuó en el mismo tono que el líder del Kremlin.
(Con información de AFP)