Un estudio mostró un aumento en los casos de bebidas adulteradas en bares y discotecas

El inicio del año escolar trae consigo nuevas experiencias para los estudiantes universitarios, quienes se sumergen en la vida social de los campus, encontrándose en escenarios de fiestas y discotecas. Sin embargo, esta fase llena de entusiasmo puede presentar riesgos, especialmente relacionados con la adulteración de bebidas.

Según Suzanne Swan, profesora de estudios de género y de la mujer y psicología en la Universidad de Carolina del Sur, cualquier persona que asiste a un bar, fiesta o discoteca está en riesgo de que su bebida sea manipulada. En un estudio realizado por Swan en 2016, se demostró que 1 de cada 13 estudiantes universitarios había sido drogado en al menos una ocasión. Esta situación subraya la importancia de estar atentos en dichos ambientes.

RAINN, la Red Nacional contra la Violación, el Abuso y el Incesto, una organización enfocada en la lucha contra la agresión sexual, advierte sobre la frecuencia de estos incidentes. Según Jennifer Simmons Kaleba, vicepresidenta de comunicaciones de RAINN, en general, más del 50% de las agresiones sexuales en la universidad ocurren entre agosto y noviembre, con especial incidencia en los nuevos estudiantes universitarios.

El estudio dirigido por Swan también reveló que el motivo principal para drogar a alguien no siempre es sexual. En algunos casos, los responsables lo hacen por diversión, para emborrachar o drogar aún más a los demás, o para que alguien se relaje. Swan afirma que la “medicación es una cuestión de consentimiento”, y que no es correcto dar a alguien una droga sin su conocimiento.

La posibilidad de que tu bebida sea adulterada puede identificarse mediante varias señales. Entre ellas:

• Sabor salado o amargo: Algunas sustancias pueden alterar ligeramente el sabor de la bebida.
• Aspecto turbio: Si tu bebida se ve más turbia de lo normal, podría haber sido manipulada.
• Burbujas excesivas: Medicamentos que reaccionan con las bebidas pueden ocasionar burbujeo.
• Hielo que se hunde: Si el hielo en tu bebida se ha hundido cuando normalmente debería flotar, es una señal de alerta.
• Cambio de color: Algunas drogas pueden modificar el color de la bebida.
• Sentirse inusualmente embriagado con una mínima cantidad de alcohol.
• Confusión mental y dificultades para hablar.
• Náuseas y vómitos.
• Problemas respiratorios.
• Espasmos musculares o convulsiones.
• Pérdida de memoria o conciencia.
• Sentir una resaca severa aunque se haya consumido poco o nada de alcohol.

Cuidar tu bebida y ser consciente de tu entorno puede minimizar riesgos. Aquí algunos consejos:

• Nunca dejes tu bebida sin supervisión.
• No aceptes bebidas de desconocidos.
• Si alguien te ofrece una bebida en un bar o en una fiesta, acompáñala a pedir tu bebida, observa cómo te la sirven y llévala tú mismo.
• Limpia cualquier envase de bebida antes de consumir, incluso si está cerrado.
• No bebas más de lo que deseas, aunque otros te presionen.
• Solicita ayuda si sientes los efectos del alcohol más intensos de lo habitual o sin haber consumido alcohol.

Ser un observador activo puede marcar la diferencia. Observa a tus amigos y al entorno. Si notas que alguien manipula una bebida, alerta a los demás o al personal del lugar

Ser un buen espectador no sólo implica intervenir en el momento, sino también hacer un seguimiento de la situación para ofrecer apoyo continuo.

Si sospechas que tu bebida ha sido adulterada, repórtalo inmediatamente. En situaciones de emergencia, llama al 911.