Una serpiente pitón birmana de aproximadamente 4 metros de largo fue confiscada en una residencia de Nueva York y enviada a un zoológico, según informó el Departamento de Conservación Ambiental del Estado (DEC). El reptil, se encontraba en una pequeña pecera, lo que llamó la atención de las autoridades tras recibir una denuncia el pasado 28 de agosto.
El oficial de policía ambiental Jeff Hull fue quien respondió al reporte en New Hartford, encontrando a la serpiente en un tanque de entre 1,2 y 1,5 metros, según detalla el DEC en un comunicado citado por la agencia de noticias The Associated Press (AP). El ejemplar pesaba 36 kilos y se encontraba en buen estado de salud, aunque seguía en proceso de crecimiento.
Este animal, originario del sudeste asiático, ha ganado popularidad como mascota en Estados Unidos, pese a ser una especie invasora en regiones como Florida, donde ha impactado negativamente la fauna local. La pitón birmana puede alcanzar hasta los 5 metros de longitud, y la confiscada en Nueva York, una rara variante albina, tenía una coloración amarilla y un diseño similar a una punta de flecha en su cabeza.
El propietario de la serpiente admitió no estar preparado para el rápido crecimiento del reptil, razón por la cual carecía de las condiciones adecuadas para su manutención. Fue sancionado por tener como mascota un animal silvestre y por poseer fauna peligrosa sin los permisos necesarios, según informó ABC News.
El DEC transfirió a la serpiente al Zoológico Fort Rickey Discovery en Rome, Nueva York, una institución que cuenta con los permisos estatales necesarios para albergar a dicha especie. Esta medida busca garantizar el bienestar del animal y proteger tanto a la comunidad como al ecosistema local de posibles riesgos asociados con la tenencia inapropiada de fauna silvestre.
Las pitones birmanas, aunque son comunes como mascotas, hacen parte de las especies con regulaciones estrictas en diversos estados debido a los riesgos que implican. En contextos controlados como zoológicos, estos animales pueden recibir el cuidado adecuado que necesitan y contribuir a la educación y conservación, según coinciden expertos del área.
La tenencia de pitones birmanas está sujeta a una regulación estricta en muchas regiones de Estados Unidos debido a su tamaño y potencial invasivo. Las autoridades ambientales han identificado estas serpientes como una amenaza para los ecosistemas locales, ya que pueden competir con las especies nativas y alterar los hábitats naturales.
Mantener una pitón birmano como mascota presenta varios desafíos. Requieren espacios grandes y adecuados para su tamaño, así como una dieta específica que puede ser difícil de proporcionar. También es necesario un control estricto de la temperatura y la humedad en sus hábitats para imitar su entorno natural. Estos factores hacen que su cuidado sea complicado y, a menudo, poco adecuado para la mayoría de los propietarios de mascotas.