El surgimiento de nuevas pequeñas empresas está transformando la economía de Estados Unidos. Según un análisis del The Wall Street Journal (WSJ), estas compañías emergentes han reducido significativamente su tamaño promedio de empleados, marcando una tendencia hacia estructuras más pequeñas y ágiles.
Entre marzo de 2020 y marzo de 2021, las nuevas empresas contaban con un promedio de 4.6 empleados, en comparación con los 5.3 empleados del año anterior, y mucho menos que los 5.8 empleados en el cambio de milenio, según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos. Esta disminución refleja un cambio prolongado que se ha intensificado debido a la pandemia del COVID-19.
Diversas razones explican por qué las nuevas empresas son ahora más pequeñas. Por un lado, la pandemia trajo consigo obstáculos económicos que limitaron la capacidad de contratación. Al mismo tiempo, muchos emprendedores eligieron mantener sus operaciones en pequeña escala para lograr un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Factores estructurales también juegan un papel crítico. El rápido incremento del trabajo remoto, la expansión de la economía de trabajos temporales y la proliferación de herramientas de software han facilitado que los emprendedores operen con plantillas más reducidas.
Según dijo al WSJ el economista John Haltiwanger de la Universidad de Maryland, aunque el número de nuevas startups ha aumentado notablemente, estas tienden a ser más pequeñas en términos de creación de empleo.
Daniel Quiñones, quien perdió su empleo a finales de 2019, lanzó Front Page Retail en junio de 2020, una empresa con sede en Miami Beach dedicada al merchandising y demostraciones en tiendas. Al principio, Quiñones contrató solo a un empleado a tiempo completo, incrementando su plantilla a cuatro empleados y más de 30 contratistas independientes con el tiempo. “Siempre quise ser emprendedor”, comentó Quiñones al WSJ.
Esta tendencia de startups de tamaño reducido se observa en una variedad de industrias y geografías, según The Wall Street Journal. Tanto en zonas urbanas como rurales, el modelo de negocio favorece ahora el uso de contratistas.
Un cambio postpandemia
El auge de este tipo de empresas ha sido impulsado por varios elementos. El cambio en las prioridades personales, las oportunidades surgidas por la pandemia y el deseo de trabajos más flexibles han conducido a un incremento en la formación de nuevas empresas. Además, la economía de trabajos temporales y el desarrollo tecnológico permiten que los nuevos negocios necesiten menos personal para operar eficientemente.
Según Kenan Fikri, quien recientemente fue director de investigación del Economic Innovation Group, la proliferación de herramientas de software y la expansión del trabajo independiente han eliminado la necesidad de una gran plantilla bajo un mismo techo.
El profesor de UCLA, Robert Fairlie, destaca que mantener el número de trabajadores reducido permite a las nuevas empresas adaptarse mejor a las fluctuaciones económicas. “En algunas etapas del crecimiento de una empresa, esta flexibilidad es valiosa”, aclaró Fairlie, aunque advirtió que también puede limitar el crecimiento en etapas posteriores.
En algunos casos, mantener el personal reducido puede limitar el crecimiento de la empresa y perjudicar la fidelidad de los trabajadores contratados, que tienden a ser menos leales comparados con empleados a tiempo completo, explica Fairlie.
La Administración de Pequeñas Empresas de Estados Unidos ha señalado que las empresas pequeñas siempre han sido cruciales para la creación de empleo. No obstante, la capacidad de las nuevas empresas de alcanzar rápido el éxito está en entredicho; enfrentan retos financieros y de contratación, especialmente las creadas durante las altas tasas de inflación en 2022.
Como indicó la investigación de Gusto, proveedor de nómina para pequeñas empresas, aquellas formadas durante este período contrataron menos y fallaron con mayor frecuencia comparadas con las que comenzaron un año antes.
La economista principal de Gusto, Liz Wilke, comentó que los empresarios han adaptado estrategias creativas para hacer más con menos, pero cuestionó si esta tendencia hacia empresas más pequeñas se convertirá en un nuevo modelo predominante en el mundo empresarial. Tal como expresó Wilke, la capacidad de adaptabilidad es clave, pero las limitaciones inherentes a un crecimiento ralentizado impiden un desarrollo significativo.
Aunque el aumento en la actividad de las startups es una señal alentadora de dinamismo económico, las primeras etapas han sido especialmente difíciles. De acuerdo con una encuesta del Instituto JPMorganChase, las empresas con menores ingresos iniciales tienen menos probabilidad de alcanzar el éxito financiero significativo en sus primeros años.
Por su parte, Nicholas Bloom de la Universidad de Stanford, señala que este resurgimiento de la creación de empresas es positivo tras décadas de disminución en el dinamismo económico. Sin embargo, el verdadero impacto y éxito de estas nuevas empresas sólo se verá con el tiempo.