En un esfuerzo por mejorar el ambiente académico y reducir distracciones, varias escuelas a lo largo de Estados Unidos han implementado restricciones severas en el uso de teléfonos móviles.
Esta tendencia viene acompañada de una creciente preocupación por el impacto negativo de los dispositivos en el comportamiento, la salud mental y el rendimiento académico de los estudiantes, según un informe de CBS News.
En la Ewing Marion Kauffman School de Kansas City, los estudiantes de secundaria encontraron una novedad al comenzar el curso: una caja de seguridad para teléfonos móviles en cada aula. Deon Whitten, el decano de estudiantes de esta escuela charter, explicó que la nueva política requiere que todos los alumnos de secundaria guarden sus celulares en estas cajas durante toda la jornada escolar.
La decisión se tomó tras un estudio piloto en 2023 en una clase de noveno grado que mostró que los estudiantes sin acceso a sus teléfonos lograron el promedio más alto de toda la escuela, informó CBS News.
Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, un 76% de las escuelas públicas en el país prohíbe el uso de teléfonos fuera de contextos académicos durante las horas lectivas. Las políticas varían, desde prohibiciones totales hasta enfoques más flexibles, pero el objetivo común es uno: reducir las distracciones.
El director de sanidad de Estados Unidos, Dr. Vivek Murthy, ha destacado en repetidas oportunidades los efectos nocivos de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes y ha indicado que la vigilancia constante del uso del teléfono añade una carga significativa de estrés para los padres.
Asimismo, los datos recogidos por el mismo medio evidencian que un 72% de los profesores de secundaria consideran que los teléfonos móviles son un problema importante en sus aulas.
Más allá del rendimiento académico, la restricción del uso de teléfonos en las escuelas también tiene como objetivo fomentar el desarrollo social y la creación de una comunidad escolar. Kim Whitman, cofundadora de la organización Phone Free, comentó a CBS News que permitir la presencia de teléfonos dificulta que los estudiantes se conecten y sientan un sentido de pertenencia.
A esto se suma el hecho de que las escuelas han reportado un aumento en los problemas de comportamiento, incluyendo peleas organizadas a través de redes sociales y un aumento en la ansiedad entre los estudiantes.
En Virginia, el gobernador Glenn Youngkin firmó una orden ejecutiva que insta a las instituciones educativas a limitar o prohibir el uso de teléfonos para el 1 de enero. Otras grandes ciudades como Los Ángeles ya han implementado prohibiciones totales en las escuelas. Florida prohibió los teléfonos móviles en todo el estado en 2023, mientras que Indiana y Ohio han aprobado legislaciones similares este año.
Otras escuelas optan por enfoques intermedios. En el Granite School District de Utah, se han adquirido bolsas especiales que permiten a los estudiantes llevar consigo sus teléfonos sin poder utilizarlos. “Hay mucho acoso a través de las redes sociales y los mensajes de texto que resultan ser una distracción y esto ayudará a nuestros estudiantes en general —académicamente, mental y emocionalmente”, manifestó Andrea Stringham, portavoz del distrito a CBS News.
En la Cherry Hill Public School District de Nueva Jersey, la nueva normativa aprobada en agosto permite a los estudiantes tener sus teléfonos únicamente durante las horas escolares, pero prohíbe su uso en clase, y aquellos que infrinjan las reglas enfrentarán sanciones disciplinarias.
En contraste, en la Ciudad de Nueva York, el distrito escolar más grande del país, las tentativas de implementar una prohibición no han prosperado debido a la falta de consenso y la reticencia de algunos educadores a convertirse en los “policías de los teléfonos”.