La comunidad latina en el área metropolitana de Denver (Colorado) denuncia que pandilleros de la banda transnacional Tren de Aragua se tomaron algunos edificios y casas de la zona y amenazan y extorsionan con cobros a sus residentes.
Sin embargo, los departamentos de policía volvieron a negar este lunes que estos pandilleros se hayan adueñado de los edificios, aunque reconocen que esta banda, que se creó en las cárceles de Venezuela, sí mantiene su presencia allí.
La jefa interina del Departamento de Policía de Aurora (APD), Heather Morris, dijo hoy a la prensa que “los pandilleros no se han apoderado” de los apartamentos The Edge of Lowry, ubicados en el límite entre Aurora y Denver.
“No estoy diciendo que no haya pandilleros que no vivan en esta comunidad”, dijo Morris.
Enfatizó que APD “hizo un esfuerzo” durante los últimos días para “asegurarnos de que la gente no pague ‘alquiler’ a los líderes o miembros de pandillas”.
Pero, según información recibida por la Coalición de Colorado por los Derechos de los Inmigrantes (CIRC), eso es exactamente lo que está sucediendo no sólo en el edificio de apartamentos mencionado, sino también en casas de la zona.
Específicamente, esa y otras organizaciones comunitarias están buscando información adicional sobre el caso de una mujer inmigrante, quien durante la noche del sábado al domingo pasados recibió amenazas frente a su casa contra ella y su hijo adolescente, presuntamente por parte de pandilleros del Tren de Aragua, sugiriendo que durmiese “con los ojos abiertos”.
“No nos podemos defender. No fui a trabajar por miedo a que ellos vean que salgo y ataquen a mi hijo y a mi sobrino”, según la inmigrante.
La dirigente comunitaria Yaeel Duarte indicó a EFE que siente “impotencia” por la inseguridad pública en la ciudad de Aurora, y dijo que “esta madre debe ser protegida, ella y todas las familias que están bajo ataques y amenazas”.
El alcalde de Aurora, Mike Coffman, indicó en las redes sociales que los jueces locales “ya están preparando órdenes de emergencia” para que la policía “retome el control de la situación” y que “esto no vuelva a suceder”.
Simultáneamente, APD está “recolectando evidencia” de “actividades criminales en el área” (a las que calificó de “aisladas”) aparentemente conectadas con el Tren de Aragua.
El pasado 28 de agosto, el Departamento de Policía de Denver afirmó “no tener conocimiento” de pandilleros venezolanos amenazando a residentes de apartamentos locales, aunque confirmó que “miembros de esa pandilla han cometido crímenes en la zona”, incluyendo un violento asalto a una joyería mexicana en julio pasado.
Varias organizaciones latinas de Aurora convocaron a una reunión comunitaria este martes y el próximo sábado habrá un encuentro de dirigentes religiosos latinos de esa ciudad que buscan coordinar una respuesta conjunta a la actual situación.
El mes pasado las autoridades de Colorado, junto con las federales, anunciaron la creación de un “grupo de trabajo” que busca identificar y detener a miembros de esa pandilla, que opera desde hace meses en el área metropolitana de Denver.
El poder del Tren de Aragua
El Tren de Aragua, una banda criminal originaria de Venezuela, ha extendido su influencia a lo largo de América Latina en pocos años. En Chile, se ha consolidado en el norte del país y es vista como una amenaza para la seguridad nacional. En Colombia, ha competido por el control de las fronteras enfrentándose a guerrillas y grupos paramilitares. Mientras tanto, en Perú, ha sido catalogada como el “enemigo número uno”. Este grupo, que comenzó como una pandilla carcelaria, se ha transformado en una organización con tentáculos en varios países de la región.
El Tren de Aragua ha diversificado sus actividades delictivas, lo que le permite contar con múltiples fuentes de financiamiento. Entre los negocios que opera se encuentran la trata de personas, el tráfico de migrantes, el secuestro, la extorsión, el robo y el tráfico de drogas. Según InSight Crime, el éxito de estas actividades se debe en parte a los prolongados períodos de impunidad que ha propiciado el régimen de Maduro.
(Con información de EFE)