Christina Kashiwada no esperaba recibir una noticia devastadora durante una revisión médica en el verano de 2018, cuando descubrió un pequeño y molesto bulto en su pecho izquierdo. Pensó que no sería nada grave, pero un familiar la animó a hacerse una mamografía. Para su sorpresa, le diagnosticaron cáncer de mama en etapa 3. “Tengo 36 años, ¿verdad?”, comentó la mujer, una ingeniera civil de Sacramento, California, “nadie está pensando en cáncer”, agregó.
CBS News informó sobre la creciente incidencia del cáncer de mama entre mujeres americanas de origen asiático y de las islas del Pacífico. En 2021, alrededor de 11,000 mujeres de este grupo fueron diagnosticadas y aproximadamente 1,500 murieron a causa de la enfermedad.
Según datos federales recientes, la tasa de nuevos diagnósticos de este mal en estas mujeres está aumentando más rápidamente que en muchos otros grupos raciales y étnicos.
La doctora Helen Chew, directora del Programa Clínico de Cáncer de Mama en UC Davis Health, señaló que “la diáspora asiático-americana es tan amplia y diversa que no hay explicaciones simples para este aumento”.
“Es difícil desentrañar exactamente por qué sucede. ¿Es porque estamos viendo una afluencia de personas que tienen menos acceso a la atención?”, añadió Chew.
Los Datos de los Institutos Nacionales de Salud muestran que, en 2021, 55 de cada 100,000 mujeres americanas de origen asiático y de las islas del Pacífico menores de 50 años fueron diagnosticadas con este mal, superando las tasas de mujeres afroamericanas e hispanas y a la par con las mujeres blancas.
Esta tasa aumentó un 52% desde el año 2000. Según CBS News, la tasa de casos nuevos entre mujeres asiático-americanas y del Pacífico de 50 a 64 años creció un 33% y un 43% entre mujeres de 65 años o más durante el mismo periodo.
La doctora Veronica Setiawan, profesora y epidemióloga en la Keck School of Medicine de la Universidad del Sur de California, mencionó que la tendencia podría estar relacionada con la adopción de ciertos estilos de vida.
“Las mujeres asiáticas, americanas, se vuelven más occidentalizadas. Tienen su pubertad más joven ahora, lo que se asocia con un mayor riesgo”, sostuvo Setiawan.
Las tasas de cánceres de páncreas, tiroides, colon y endometrio, así como linfomas de Hodgkin, también han aumentado entre las mujeres americanas de origen asiático y de las islas del Pacífico menores de 50 años, según los datos del NIH. Sin embargo, el cáncer de mama es mucho más común entre estas mujeres jóvenes, especialmente preocupante debido a que es más probable que enfrenten formas más agresivas de la enfermedad y altas tasas de mortalidad.
La investigadora principal, Scarlett Gomez, profesora y epidemióloga en el Centro Integral de Cáncer Helen Diller de la Universidad de California en San Francisco, está explorando las posibles causas.
“Estamos viendo alrededor de un aumento del 4% por año”, dijo Gómez a CBS News. Agregó que podrían estar relacionados varios factores de riesgo a lo largo del tiempo y que la tendencia no se debe únicamente a un mayor número de exámenes de detección.
Para Kashiwada, el viaje ha sido largo y desafiante. Después del diagnóstico inicial, se sometió a una mastectomía y los médicos descubrieron que el cáncer se había extendido a los ganglios linfáticos de su axila. Pasó por ocho rondas de quimioterapia y 20 sesiones de radioterapia. “Quería proteger a mi abuela de la preocupación”, mencionó Kashiwada a CBS News. La abuela, que la había ayudado a criar, nunca supo del diagnóstico para evitarle estrés.
Actualmente, Kashiwada enfrenta nuevas batallas, como el diagnóstico de osteopenia y la necesidad de inyecciones para detener la pérdida ósea. “No importa cuán saludable pienses que eres. Tu cuerpo no es invencible”, expresó.