Recientes informes de autoridades sanitarias en Florida divulgaron que al menos 30 personas que regresaron a Estados Unidos desde Cuba han sido infectadas con el virus Oropouche, una enfermedad transmitida por insectos y que también se le conoce como la Fiebre de la pereza.
El virus Oropouche fue identificado por primera vez en 1955 en un trabajador forestal de la isla de Trinidad y Tobago y debe su nombre a un pueblo y humedales cercanos, según señaló NBC Miami.
WPTV indicó que el virus se transmite a los humanos a través de pequeños mosquitos conocidos como jejenes y algunos otros tipos de insectos. Sin embargo, no se ha documentado transmisión de persona a persona.
Respecto al brote actual, WPTV también destacó que casi 8,000 casos se han reportado en Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba y Perú. Además de los casos confirmados en Florida, se han diagnosticado otros en Europa, de los cuales 19 han sido vinculados a viajeros internacionales.
El Departamento de Salud de Florida notificó que Miami-Dade lideró con 14 casos, seguido de Hillsborough con cinco y Broward con un caso.
Los síntomas del virus Oropouche son similares a otras enfermedades tropicales como el dengue, Zika o malaria: fiebre, dolores de cabeza y musculares son comunes, con algunos pacientes presentando diarrea, náuseas, vómitos o erupciones cutáneas. Además, en palabras del Dr. Ramprasad Gopalan a WPTV, “el virus puede ser una amenaza para las mujeres embarazadas”.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ha recomendado evitar viajes no esenciales a Cuba y medidas preventivas como el uso de repelentes de insectos y ropa de manga larga para protegerse de las picaduras de insectos, según NBC Miami.
Algunos síntomas pueden volverse recurrentes y 1 de cada 20 personas puede sufrir síntomas más graves, como hemorragias, meningitis y encefalitis. Aunque raramente es fatal, se han reportado muertes en Brasil de dos jóvenes aparentemente saludables.
Según la Organización Panamericana de la Salud, el cambio climático y la deforestación son factores que están elevando las condiciones para que las personas se contagien de este virus, sobre todo cuando se desplazan a otras áreas.
En los bosques, la enfermedad se propaga en un ciclo que involucra a insectos y vertebrados no humanos como aves, roedores y perezosos, lo que ha llevado a que se conozca comúnmente como “fiebre de la pereza”.
Las autoridades del Estado del Sol esperan que los casos no se propaguen más y que los ciudadanos tomen en cuenta las advertencias lanzadas a la comunidad. Mientras tanto, el cuerpo médico se prepara para atender a los afectados.