La onda tropical en el Atlántico central podría convertirse en depresión tropical la próxima semana

Una onda tropical que se encuentra sobre el Océano Atlántico tropical central ha aumentado significativamente sus probabilidades de desarrollo ciclónico para las próximas semanas, según informes del Centro Nacional de Huracanes en Miami (CNH). La mañana de este jueves 29 de agosto, el CNH actualizó su boletín de perspectiva del trópico, indicando que las condiciones ambientales son favorables para un desarrollo gradual del sistema. “Una onda tropical sobre el océano Atlántico tropical central está produciendo algunas lluvias y tormentas eléctricas desorganizadas”, afirmó el CNH.

La agencia está vigilando de cerca este sistema, el cual podría convertirse en una depresión tropical a inicios de la próxima semana. El CNH especificó que, de convertirse en tormenta, llevaría el nombre de Francine. “Las condiciones ambientales parecen propicias para el desarrollo gradual de este sistema y podría formarse una depresión tropical a principios de la próxima semana mientras se mueve hacia el oeste a una velocidad de 16 a 24 kilómetros por hora (10 a 15 mph) y se acerca a las Antillas Menores”, añadió el CNH.

El sistema se moverá previsiblemente hacia el oeste o el oeste-noroeste a través del este del Mar Caribe a mediados de la próxima semana, según los pronósticos elaborados por el Centro Nacional de Huracanes . “No se prevé un desarrollo de este disturbio en las próximas 48 horas. Sin embargo, la probabilidad de formación en los siguientes siete días aumentó de 20 a 40 por ciento”, subrayó la agencia, indicando un aumento considerable en las posibilidades de que el sistema se organice en los próximos días.

En sintonía con estos informes, medios como El Nuevo Herald han resaltado las advertencias del CNH, indicando la necesidad de estar preparados y no bajar la guardia en plena temporada de huracanes. “Las autoridades meteorológicas instantáneas a no bajar la guardia ya estarán preparados ante la temporada alta de huracanes” señalan en sus informes, basados en los pronósticos oficiales del Centro Nacional de Huracanes.

Los expertos también han enfatizado la importancia de seguir las actualizaciones climáticas de fuentes oficiales. “Una depresión tropical podría formarse para principios de la próxima semana mientras se mueve hacia el oeste entre 16 y 24 kilómetros por hora (10 a 15 mph)”, recalca el CNH. Esta postura es compartida por otros medios nacionales, que inciden en la relevancia de mantenerse informados a través de canales oficiales como el Servicio Nacional de Meteorología .

El comportamiento de este posible ciclon está siendo seguido muy de cerca por diversos modelos climatológicos, que prevén una intensificación del sistema una vez que cruce hacia el Mar Caribe. “Los modelos realmente se están sumando al desarrollo de un sistema al este de las Antillas Menores a principios de la próxima semana. Los datos también muestran que podrían intensificarse en el Caribe dentro de aproximadamente una semana”, mencionó un analista citado por El Nuevo Herald.

Ante la posibilidad de afectaciones más directas en tierra, los meteorólogos advierten que, aunque es temprano para determinar el impacto exacto en Estados Unidos, es crucial estar atentos a las evoluciones de este sistema. “Es demasiado pronto para especular si este sistema afectaría directamente a Estados Unidos si se desarrolla. Sin embargo, sería algo a tener en cuenta, ya que, según los últimos datos, no hay un camino claro hacia el mar”, dijeron expertos meteorológicos. La temporada de huracanes 2024 está cerca de su pico, que históricamente se produce en el mes de septiembre.

En esta ventana de alta actividad ciclónica, el CNH ha hecho hincapié en la vigilancia continua y preparación adecuada. “Recuerde, nos acercamos al pico de la temporada 2024. Las autoridades meteorológicas instantáneas a no bajar la guardia ya estarán preparados ante la temporada alta de huracanes”, recalcó el CNH, subrayando la necesidad de estrategias de preparativos y respuestas robustas.

Con toda esta información, es evidente que la evolución de esta onda tropical seguirá siendo objeto de un estrecho seguimiento por parte de las instituciones meteorológicas y medios informativos. La coordinación continua y la difusión de información precisa serán clave para mitigar los posibles impactos de este fenómeno en desarrollo.

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