Hay cuatro conclusiones de lo que aconteció durante la Convención Demócrata que finalizó el pasado jueves en Chicago: entusiasmo en la militancia; cautela en la dirigencia; libertad, alegría y diversidad como pilares del discurso; y un énfasis mayor en las biografías que en las políticas públicas.
Reina el entusiasmo en las bases del partido
El clima que se vivió en el United Center Arena fue de algarabía y optimismo. Los asistentes cantaban y bailaban, y las sonrisas se repetían. Se sintió ambiente de gesta casi épica, y el mismo se fue incrementando a medida que los días se sucedían.
Esto no se explica por el estado actual de las encuestas, que registran una leve ventaja para el binomio Harris–Walz por sobre el de Trump–Vance, mayormente dentro del margen de error. Por ejemplo, el promedio de las encuestas de sitio Real Clear Politics al 23 de agosto le da una ventaja de 1.5 puntos porcentuales a la fórmula demócrata. Por su parte, el sitio 538 registra una ventaja de 3.6 puntos porcentuales en su promedio de encuestas al mismo día. Y en los estados claves las ventajas están repartidas entre ambas fórmulas, con pequeños márgenes en general.
Lo que explica el ánimo de las bases no son los números actuales sino como se llegó a ellos. Hasta la renuncia del presidente Joe Biden a la reelección las encuestas le eran desfavorables y a esto le acompañaba un clima de desesperanza y abulia. Desde su renuncia y su reemplazo por Kamala Harris al frente de la fórmula, los Demócratas han recuperado terreno y no paran de crecer.
Para usar una metáfora futbolística, es como si los Demócratas hubieran ido al entretiempo perdiendo por goleada, y luego de hacer un cambio en el equipo hubieran repuntado hasta empatar el partido en tiempo reglamentario. Arrancar de atrás y lograr el empate suele dar un envión anímico importante. Ahora empieza el tiempo suplementario.
Pero los dirigentes del Partido insisten en no caer en el exitismo
Un orador tras otro instó al público en el United Center Arena, y a los votantes demócratas que siguieron el evento por los medios y las redes, a no dejarse llevar por el optimismo. Algo similar sucedió en las conferencias de prensa matinales.
Es posible que los números sean aún más favorables para los Demócratas la semana que viene, como suele suceder los días inmediatamente posteriores a una Convención. Pero aún restan más de setenta hasta el día de la elección en noviembre 5.
Los dirigentes saben que necesitan que la militancia y sus votantes en general estén movilizados. Por eso quieren que el envión anímico actual lleve a los militantes, y a sus votantes en general, a dormirse en los laureles.
La libertad, la alegría y la diversidad son las tres claves del discurso
Desde el lanzamiento de su candidatura, Kamala Harris ha hecho de la libertad su bandera discursiva. Como analizara en una columna publicada en este medio hace 15 días, hay dos sentidos distintos de esta idea en la campaña: la libertad que resulta de la inclusión social plena de los sectores históricamente marginados y la libertad de poder vivir la vida de la manera que se quiera mientras que no implique un perjuicio para el prójimo. Ambos sentidos estuvieron presentes de manera recurrente en los discursos durante los cuatro días de la Convención.
La alegría ha sido el elemento emocional dominante de la estrategia comunicacional de Harris y Walz. Este sentimiento continuó caracterizando sus discursos así como los de sus laderos. En una sociedad marcada por una creciente polarización, a su vez asociada a sentimientos de negatividad hacia el otro, la apuesta de los Demócratas es que buena parte del electorado está listo para un cambio de clima social.
Kamala Harris es en sí misma un emblema de la diversidad como mujer de color hija de inmigrantes del Sudeste Asiático y el Caribe. Más allá de la biografía de la candidata a la presidencia, a lo largo de los cuatro días de la Convención los Demócratas recalcaron que para ellos la diversidad es una fuente de fortaleza. La lista de oradores contribuyó a comunicar esta idea directriz de la campaña.
Más biografías que políticas públicas
Los Demócratas hablaron más de las biografías de sus candidatos que de los planes de políticas públicas que guiarían su administración en caso de ganar las elecciones. Por ende, sabemos más de los orígenes humildes de Kamala Harris y Tim Walz, sus valores y aspiraciones, la constitución de sus respectivas familias, y sus trayectorias laborales y políticas, que de sus propuestas concretas.
Kamala Harris comunicó algunas propuestas económicas en un acto en Carolina del Norte el viernes previo al inicio de la Convención. Pero las mismas no tuvieron la recepción que Harris esperaba, incluso entre algunos sectores del establishment tradicionalmente alineado con los Demócratas.
En su discurso de aceptación formal de la nominación como candidata a la presidencia del jueves por la noche, Kamala Harris avanzó en propuestas económicas bajo el rótulo de una “economía de la oportunidad”. A esto hizo mención de propuestas respecto de otros temas domésticos e internacionales. Pero el volumen de políticas públicas en el discurso del binomio Harris-Walz sigue siendo menor que en el de Trump-Vance.
Estas son algunas conclusiones que deja la finalización de la Convención. Se abre ahora una nueva etapa de la campaña, cuyo primer mojón será el debate entre Harris y Trump el 10 de septiembre.