Una trágica serie de incidentes llevó a la muerte de Harold Allen en diciembre de 2022 en Freetown, Indiana. Los documentos judiciales recientemente presentados en el condado de Jackson revelan que Ashley Jones, de 30 años, y su madre, Marsha Allen, intentaron en varias ocasiones envenenar al hombre, antes de finalmente lograrlo. Según People, una declaración jurada de causa probable sugiere que las dos mujeres conspiraron para acabar con la vida del ciudadano con agua de cicuta, digitales y etilenglicol.
Ashley Jones enfrenta múltiples cargos, entre ellos dos por asesinato, uno por conspiración para cometer homicidio, uno por adulteración de productos de consumo y dos por intento de asesinato, informó Fox News.
Según los documentos, los intentos de envenenamiento comenzaron en septiembre de 2022, cuando Jones presuntamente ordenó semillas de pong pong a través de eBay, una sustancia tóxica que provoca síntomas graves y puede ser mortal.
Las acciones malévolas se intensificaron en noviembre de 2022. Fox News señaló que el 26 de noviembre de 2022, Marsha envió un mensaje de texto a su hija mostrando una foto de Harold con un brownie medio comido en su estómago.
“Harold se enfermó después de comer el brownie y terminó en la sala de emergencias al día siguiente”, indicó Fox News. No fue hasta diciembre cuando las mujeres decidieron cambiar de método y utilizar etilenglicol, un compuesto que se encuentra en el anticongelante.
En diciembre del 2022, ambas mujeres finalmente lograron su objetivo. La declaración jurada obtenida por People destacó un mensaje de texto de Jones del 19 de diciembre que decía, “El correo está aquí”, a lo que Marsha respondió con un emoji de corazón. Al día siguiente, mezclaron el etilenglicol en un batido de cerveza de raíz para Harold, quien falleció antes de que se realizara la llamada de emergencia.
El caso tomó otro giro sombrío cuando en octubre de 2023 Marsha se quitó la vida. La mujer murió el 16 de octubre de 2023, el día en que fue interrogada por las autoridades sobre la muerte de su esposo, señaló People. Dos días después, Ashley Jones fue arrestada y acusada de doble asesinato y conspiración para cometer asesinato, entre otros cargos.
Es importante destacar que la motivación detrás de estos actos aparentemente estaba vinculada a las finanzas. Según People, las acusadas pretendían acceder al dinero de retiro y ahorros de la víctima. La declaración jurada sugiere que en mensajes de texto intercambiados entre Jones y su madre, discutieron detalladamente sus planes y expresaron frustración por la lentitud del envenenamiento.
El juicio de la sospechosa está programado para enero de 2025, y enfrenta la posibilidad de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Este relato perturbador pone de relieve no solo el terrible destino de Harold Allen, sino también la descomposición moral de dos personas dispuestas a sacrificar a un ser querido por ganancia financiera.