El cáncer, una de las principales causas de muerte a nivel mundial, se prevé que impacte aún más a la población masculina en las próximas décadas.
Un reciente estudio publicado en la revista Cancer, que pertenece a la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer, proyecta un alarmante incremento del 93% en muertes por cáncer entre hombres en todo el mundo entre 2022 y 2050. Asimismo, se anticipa un incremento del 84% en los casos de esta enfermedad.
De acuerdo con la investigación, los grupos más afectados serán los hombres mayores de 65 años y aquellos en países con un bajo o medio índice de desarrollo humano. Este índice mide el desarrollo de los países en términos de salud, conocimiento y nivel de vida.
De acuerdo con CBS News, usando datos del Observatorio Mundial del Cáncer, se analizaron más de 30 tipos diferentes de cáncer en 185 países y territorios para elaborar estas proyecciones demográficas. Esto permitió identificar que los factores de riesgo que pueden modificarse, como el consumo de tabaco y alcohol, son prevalentes entre los hombres y contribuyen significativamente a estas cifras.
Los investigadores también destacaron que la baja participación en actividades de prevención del cáncer y el uso insuficiente de opciones de detección y tratamiento predisponen a los hombres a tener tasas de cáncer más altas en comparación con las mujeres.
Habtamu Mellie Bizuayehu, uno de los autores del estudio, declaró en un comunicado de prensa citado por CBS News, que “mejorar el acceso a la prevención, detección, diagnóstico y tratamiento del cáncer, especialmente para los hombres mayores, podría ayudar a mejorar los resultados de esta enfermedad”.
Este estudio se suma a otros análisis previos sobre el futuro de los casos de cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) predijo a principios de este año que para 2050 se registrarán más de 35 millones de nuevos casos de esta enfermedad, lo que representa un aumento del 77% respecto a los 20 millones estimados en 2022.
La OMS atribuye este incremento a varios factores, entre ellos el envejecimiento y crecimiento demográfico, los cambios en la exposición a factores de riesgo como la contaminación del aire, el tabaco, el alcohol y la obesidad.
Según los investigadores del estudio más reciente, los cambios en hábitos y estilos de vida son cruciales para enfrentar este desafío global, por lo que hacen un llamado a la comunidad internacional y a los sistemas de salud para implementar estrategias más efectivas que aborden los factores de riesgo modificables y aumenten la participación en programas de prevención y detección temprana.