El fenómeno conocido como la “gran migración” de estadounidenses desde ciudades principales administradas por demócratas, como Nueva York y San Francisco, sigue creciendo, de acuerdo con un informe de un analista del Bank of America basado en datos internos anónimos y agregados.
El análisis revela que durante el segundo trimestre de 2024, hubo significativas disminuciones de población en muchas ciudades del noreste y oeste de Estados Unidos. Según informó FOX Business, Nueva York, Boston, San Francisco, Los Ángeles, Seattle y Portland, Oregón fueron las más afectadas.
En el noreste, Nueva York y Boston experimentaron las mayores salidas netas de población, mientras que en el oeste, San Francisco, Los Ángeles, Seattle y Portland encabezaron las caídas. Las elevadas cargas fiscales en Nueva York y California, que son de las más altas del país, junto con un incremento en los delitos contra la propiedad en San Francisco, han sido factores decisivos en este éxodo.
Según datos del Centro de Estadísticas de Justicia Criminal del Departamento de Justicia de California, el aumento de delitos contra la propiedad ha exacerbado el sentimiento de inseguridad en San Francisco.
Un análisis detallado del Bank of America, recogido por FOX Business, brinda una visión sobre las ciudades que han experimentado un incremento notable en su población. Entre las 23 principales áreas metropolitanas del país, Columbus, Ohio registró la mayor entrada neta de personas durante el segundo trimestre de 2024, seguida por Austin, Texas, Las Vegas, San Antonio y Jacksonville, Florida.
Vale la pena destacar que Texas, Florida y Nevada no imponen un impuesto sobre la renta a nivel estatal, lo que supone un atractivo adicional para los migrantes en busca de mejor estabilidad económica.
El informe también subraya que, aunque hay una tendencia de migración hacia ciertas ciudades, el número total de hogares que se trasladan entre ciudades ha disminuido. Esto podría deberse al aumento de los costos ocultos de la propiedad de la vivienda, tales como el seguro de propietarios y los impuestos sobre la propiedad. Estos costos “ocultos” han aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente en la región del Sun Belt.
El documento del Bank of America también destacó que los hogares de la Generación Z y de ingresos más bajos fueron los más propensos a mudarse en el segundo trimestre, posiblemente debido a la necesidad financiera más que a la elección personal.
“En nuestra opinión, el nivel actual de mudanzas entre ciudades está siendo retenido por los costos ‘ocultos’ de la propiedad de la vivienda, junto con costos más evidentes como mayores tasas hipotecarias”, indica el informe. Asimismo, añadió que “la Generación Z y aquellos con ingresos más bajos, particularmente los arrendatarios, continúan mudándose”.
Las razones de esta migración parecen estar profundamente ligadas a la asequibilidad y el costo de vida. El informe señala que es más sencillo para los jóvenes y los hogares de ingresos más bajos cambiar de dirección porque una mayor proporción de estos consumidores son arrendatarios y no propietarios. La tasa de propiedad de vivienda es solo del 35% entre los estadounidenses de entre 25 y 30 años, en comparación con una tasa del 66% para todas las edades.
El fenómeno de la migración desde grandes ciudades hacia áreas con jurisdicciones fiscales más atractivas y menor costo de vida no es nuevo, pero el impacto económico de la pandemia de COVID-19 parece haber exacerbado la tendencia.
El analista de Bank of America concluye señalando que la tendencia de migración probablemente seguirá, impulsada por factores económicos y la percepción de calidad de vida. El informe subraya la necesidad urgente de políticas que aborden tanto la asequibilidad de la vivienda como los problemas fiscales para frenar la fuga de residentes desde algunas de las principales ciudades estadounidenses.