Estados Unidos instó este lunes al régimen de Nicolás Maduro y a la oposición de Venezuela a entablar conversaciones para una “transición pacífica” hacia la democracia y volvió a reconocer la victoria opositora en las cuestionadas elecciones del 28 de julio.
“Seguimos instando a las partes venezolanas a que inicien conversaciones sobre una transición pacífica de regreso a las normas democráticas”, declaró a la prensa Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, palabras que el régimen de Venezuela denunció como una “evidencia” de que la Casa Blanca “está al frente” de un intento de golpe de Estado.
“Seguimos pidiendo transparencia y la publicación de los recuentos de votos detallados, aunque admitimos que ha pasado más de una semana desde las elecciones y una publicación de esos votos requeriría un escrutinio minucioso, dado el potencial de manipulación en ese marco de tiempo”, añadió Miller.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), al servicio del chavismo, proclamó a Maduro como presidente reelecto con 52% de los votos frente al 43% del candidato opositor, Edmundo González Urrutia, argumentando una tendencia irreversible con el 80% de las actas escrutadas.
Pero la oposición, liderada la política inhabilitada María Corina Machado, denunció un fraude y publicó en un sitio web copias de las actas de votación que le darían una amplia victoria a González.
Hasta ahora, el CNE no ha divulgado los resultados detallados de los comicios, a pesar de que lo exige la comunidad internacional y la propia ley venezolana.
“Si mira los recuentos que la oposición hizo públicos, está claro que incluso si todos los votos pendientes fueran a favor de Maduro, no sería suficiente para superar la ventaja que tenía Edmundo González”, dijo Miller.
En respuesta, la Cancillería venezolana añadió en un comunicado que “es inaudito” que Estados Unidos “pretenda imponer en Venezuela a un nuevo gobierno títere, a imagen y semejanza de su fracasada estrategia de 2019″, refiriéndose al apoyo que Washington dio al opositor Juan Guaidó, hoy exiliado en Florida, cuando se proclamó “presidente interino” en una fallida ofensiva para desplazar a Maduro del poder.
La semana pasada, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dio por válidos los datos presentados por la oposición, que calificó de “abrumadora evidencia”.
Este lunes la oposición venezolana pidió a los militares, sostén fundamental de Maduro, que se coloquen “del lado del pueblo” en vez de seguir apoyando al gobierno. El pedido le valió el inicio de una investigación contra Machado y Urrutia por presunta “instigación a la insurrección”, luego de que ambos llamaran a policías y militares a parar la “represión” por la que acusan a Nicolás Maduro.
En un comunicado, la Fiscalía chavista acusó a los líderes de la oposición de usurpación de funciones, difusión de información falsa, instigación a la desobediencia y la insurrección y asociación para delinquir.
“Al margen de la Constitución y la ley, falsamente anuncian un ganador de las elecciones presidenciales distinto al proclamado por el Consejo Nacional Electoral”, dice un comunicado del Ministerio Público sobre el documento, que González Urrutia firma como “presidente electo”.
(Con información de EFE)