Chad Doerman, un padre de Ohio de 33 años, evitará la pena de muerte tras haber admitido que asesinó a sus tres hijos pequeños el año pasado, en una serie de asesinatos que los fiscales describieron como ejecuciones, reportó NBC News. El juez de la Corte Común del Condado de Clermont, Richard Ferenc, sentenció al acusado a tres cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional por la muerte de Clayton, de siete años; Hunter, de cuatro años; y Chase, de tres años.
Durante la audiencia celebrada el viernes, los fiscales acordaron retirar los factores agravantes que hacían a Doerman elegible para la pena de muerte si se declaraba culpable de tres cargos de asesinato. Ferenc explicó que “las víctimas sobrevivientes aprobaron el acuerdo de culpabilidad”.
El asesino también se declaró culpable de dos cargos de asalto con agravantes que incluyeron el disparo a su esposa, Laura Doerman, quien intentó proteger a uno de sus hijos al interponer su pulgar sobre el cañón del rifle de su esposo.
“No había realmente nada que Laura Doerman pudiera haber hecho, a pesar de luchar desesperadamente por salvar la vida de sus hijos”, expresó el Fiscal del Condado de Clermont, Mark Tekulve, en la corte.
En un comunicado leído en el tribunal, la mujer afirmó: “Nunca en un millón de años te perdonaré por lo que has hecho, y espero que pagues por tus acciones como te mereces, pero nunca te odiaré”, citó el Cincinnati Enquirer.
El perturbador asesinato
Los detalles escalofriantes de los asesinatos fueron relatados por Tekulve. Doerman regresó temprano del trabajo el día 15 de junio de 2023 y se fue a dormir junto a sus tres hijos Clayton, Hunter y Chase en su casa en Monroe Township, al sureste de Cincinnati.
Al despertar, el padre sacó su rifle de una caja fuerte, cargó el arma y disparó dos veces a Hunter. Mientras tanto, la madre intentaba brindar los primeros auxilios y Clayton huyó por la puerta trasera. Según el juez, el hombre lo persiguió y le disparó varias veces.
La hija de Laura Doerman, que en ese momento tenía 14 años, fue testigo del hecho. Vio cómo el sujeto se acercaba a Clayton, quien yacía herido en el suelo y le disparó en la cabeza, informó NBC News.
En su desesperación, la hermana volvió a la casa, tomó a Chase y trató de huir del lugar con el niño de tres años. “Al hacerlo, Doerman apuntó el rifle a su cabeza y la amenazó con disparar si no soltaba al niño”, narró Tekulve.
Entre lágrimas, la adolescente obedeció, pero Doerman se había quedado sin munición y tuvo que recargar. Después de que el niño corrió hacia su madre, hubo un forcejeo por el arma y Laura presionó su dedo en el cañón, resultando en una herida en el pulgar antes de que Chase fuera asesinado con un disparo en la cabeza.
People señaló que las autoridades respondieron al incidente cuando una mujer, identificada posteriormente como la esposa de Doerman, llamó al 911 gritando que “sus bebés habían sido disparados”. En cuestión de minutos, un conductor en la zona también llamó al 911 para informar que una niña pequeña corría por la carretera gritando que “su padre estaba matando a todos”.
NBC News agregó que al llegar a la casa de la familia en Monroe Township, los oficiales encontraron al victimario sentado en los escalones con un rifle a su lado. Los fiscales posteriormente afirmaron que el hombre les había revelado sus planes.
El sentenciado declaró a las autoridades que había estado pensando en matar a los niños durante meses, y que el peso de esa decisión lo había mantenido sin dormir durante días.
Vestido con una camisa azul claro en la sala del tribunal, Doerman respondió “sí” cuando Ferenc le preguntó si la declaración de hechos del fiscal era precisa, informó NBC News. Uno de los abogados de Doerman añadió que su cliente, quien previamente había alegado no ser culpable debido a locura, estaba delirando en el momento de los asesinatos.
“Es inequívocamente claro que pasarás el resto de tu vida en prisión”, dijo el juez Ferenc en la corte, según el Cincinnati Enquirer.