El gobernador de Florida, Ron DeSantis, alertó a la población sobre los posibles impactos devastadores de la tormenta tropical Debby, que se espera toque tierra como huracán el lunes en la región de Big Bend, cerca de Tallahassee. Durante una conferencia de prensa este domingo en el Centro de Operaciones de Emergencia del estado, DeSantis enfatizó que el fenómeno será un “evento importante” con “impactos significativos en todo el estado”.
“Esta es una gran tormenta, es decir, habrá lluvias que se extenderán mucho más allá del centro de la tormenta”, adelantó. Resaltó, además, que no estar en el ojo de la tormenta no implica estar libre de peligros e instó a la población en la trayectoria potencial de Debby a finalizar sus preparativos.
La tormenta tropical Debby, que actualmente se encuentra en el Golfo de México a unos 322 kilómetros al sur-suroeste de Tampa con vientos sostenidos de 80 km/h, tiene un 33% de posibilidades de intensificarse rápidamente antes de tocar tierra, según el director de la División Estatal de Gestión de Emergencias, Kevin Guthrie.
El Centro Nacional de Huracanes anticipa que la tormenta podría alcanzar vientos de entre 119 km/h y 153 km/h, lo que la clasificaría como un huracán de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson, aunque podría fortalecerse hasta un huracán de categoría 2.
Las previsiones meteorológicas son alarmantes, con la posibilidad de registrar hasta 46 centímetros de lluvia en el norte de Florida, lo que implica un grave riesgo de inundaciones. AccuWeather informó que las condiciones actuales, con temperaturas del agua en el Golfo de México muy por encima del promedio, favorecerán el crecimiento de la tormenta. Además, los meteorólogos de AccuWeather alertaron sobre marejadas ciclónicas potencialmente mortales de hasta 3 metros que ya han comenzado a causar problemas de inundaciones en el sur de Florida desde el sábado por la noche.
Jon Porter, meteorólogo jefe de AccuWeather, destacó: “Esta tormenta va a ser una semana peligrosa y larga para la gente en algunas partes del sureste de Estados Unidos”, advirtiendo contra una falsa sensación de seguridad por la clasificación actual de Debby como tormenta tropical. El presidente Joe Biden aprobó una declaración de emergencia para proporcionar asistencia federal para completar los esfuerzos estatales frente a la tormenta, con FEMA coordinando estos esfuerzos.
Además, DeSantis informó que unos 17.000 instaladores de línea eléctrica están preparados para restablecer la electricidad en todo el estado tras el paso de la tormenta, con 1.200 generadores en espera para mantener señales de tráfico operativas. La Asociación Eléctrica Municipal de Florida ha posicionado equipos de ayuda mutua para restaurar cualquier corte de energía. La respuesta del estado también incluye la movilización de 3.000 miembros de la Guardia Nacional de Florida para tareas como búsqueda y rescate, limpieza de escombros y distribución de suministros esenciales.
La región de Big Bend fue afectada en agosto de 2023 por el huracán Idalia, que provocó daños sustanciales en áreas rurales del norte de Florida. En dicha ocasión, tornados provocaron graves estragos en partes de Tallahassee.
Según un comunicado de la Associated Press, la tormenta tropical Debby se está fortaleciendo y podría traer lluvias récord al norte de Florida, Georgia y Carolina del Sur, alcanzando hasta 76 centímetros en algunas áreas. Las autoridades están especialmente preocupadas por los efectos prolongados de las inundaciones, que podrían durar hasta el viernes, afectando gravemente zonas bajas y costeras como Savannah, Hilton Head y Charleston. Michael Brennan, director del Centro Nacional de Huracanes, señaló en una conferencia de prensa: “Se pronostican unos totales de precipitaciones realmente sorprendentes, y sorprendentes en el mal sentido”. Este nivel de precipitaciones sería récord para Georgia y Carolina del Sur si se verifica.
Ante este panorama, muchas escuelas de la región cerrarán anticipadamente el lunes y permanecerán cerradas el martes y miércoles, según informó Dennis T. Jones, director de gestión de emergencias del condado de Chatham. Las autoridades de Savannah alertaron que podrían recibir el equivalente a un mes de lluvia en cuatro días, potencializando riesgos de inundaciones en comunidades que aún se recuperan de eventos pasados.
En Steinhatchee, Florida, las precipitaciones causadas por el huracán Idalia en 2023 aún están frescas en la memoria de sus habitantes, que ahora se preparan para enfrentar el nuevo embate climático. Mark Reblin, un comerciante local, comentó: “Llevo aquí 29 años, no es la primera vez que lo hago, ¿te acostumbras, no?”.
En Summerville, Carolina del Sur, el refugio de animales Dorchester Paws ha iniciado una evacuación de emergencia de más de 300 perros y gatos, pidiendo voluntarios para su cuidado temporal durante la tormenta.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, también declaró el estado de emergencia, y en Tampa, las autoridades distribuyeron más de 30.000 sacos de arena para proteger contra posibles inundaciones. La alcaldesa de Tampa, Jane Castor, subrayó los esfuerzos de la ciudad: “Hemos limpiado nuestros desagües pluviales, hemos revisado y cargado todos nuestros generadores, estamos haciendo todo lo necesario para estar preparados ante una tormenta tropical”.
El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, también declaró el estado de emergencia, activando el plan de operaciones de emergencia y la coordinación entre agencias estatales. Finalmente, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) indicó que el número de personas desplazadas y afectadas por la tormenta podría aumentar significativamente las medidas, mientras los estados y autoridades locales siguen con preventivas y de preparación ante el impacto inminente de Debby.