El Golfo de México enfrenta una grave crisis ambiental este año, ya que más de 1.6 millones de hectáreas del hábitat marino se han convertido en una “zona muerta”, según informaron NOAA y varios medios en Estados Unidos. La situación amenaza la vida de peces y otros animales marinos debido a la hipoxia, condición donde los niveles de oxígeno en el agua son extremadamente bajos.
Aunque esta problemática es habitual en el Golfo, el área afectada este año es considerablemente mayor de lo previsto. De acuerdo con CBS News, NOAA había estimado inicialmente que la zona muerta abarcaría alrededor de 15.097 kilómetros cuadrados, pero nuevas mediciones revelaron que la extensión ahora alcanza aproximadamente 17,358 kilómetros cuadrados. “Son más de 2,600 kilómetros cuadrados más grandes de lo anticipado”, señalaron.
“La hipoxia de esta región es un indicador crítico de la salud del océano, especialmente bajo un clima cambiante y la posible intensificación de tormentas e incrementos en las precipitaciones y escorrentías,” afirmó Nicole LeBoeuf de NOAA a CBS News.
La causa principal de esta expansión es la escorrentía rica en nutrientes proveniente de la cuenca del río Mississippi, que genera un crecimiento explosivo de algas. Al descomponerse, estas algas consumen el oxígeno disponible, lo cual provoca que muchas especies de peces y mariscos emigren o fallezcan.
Fox Weather detalló que “las áreas con bajos niveles de oxígeno alteran la vida de los organismos marinos”, afectando su dieta, crecimiento, reproducción y uso del hábitat, lo que a su vez impacta la cantidad de animales comercialmente viables, como el camarón.
Además, los efectos económicos de esta situación son significativos. Un análisis de 2021 de la Unión de Científicos Preocupados (UCS) estimó que los daños podrían ascender a 2,4 mil millones de dólares cada año desde 1980.
Karen Perry Stillerman, subdirectora del UCS, afirmó en su blog que “una zona muerta promedio... no es aceptable. Es perjudicial para el ecosistema del Golfo y las personas en la región que dependen de la pesca y los mariscos para su subsistencia”.
Los expertos destacaron la necesidad de políticas ambientales más eficaces para abordar las causas fundamentales de este problema. La EPA creó en 1997 el grupo de trabajo Mississippi River/Gulf of Mexico Hypoxia Task Force para enfrentar este desafío. No obstante, Perry Stillerman señaló a Fox Weather que aún no ha cumplido sus objetivos. “Están fallando gravemente”, enfatizó.
Es crucial fomentar prácticas agrícolas más sostenibles para reducir la escorrentía de nutrientes en el río Mississippi, según indicó Perry Stillerman. Ella cree que “con políticas más inteligentes, podríamos tener zonas muertas mucho más pequeñas en los veranos futuros”.