Cómo un joven gana USD 9.000 dólares como enfermero en una de las cárceles más violentas de California

Kevin Levu, un enfermero estadounidense itinerante que trabaja en la clínica del Pelican Bay State Prison, enfrenta diariamente situaciones de alta peligrosidad, con riesgo de ser atacado físicamente. El hombre trabaja en una de las prisiones más violentas de California, hogar de unos 2200 reclusos conocidos por su historial de violencia extrema.

“Estás tratando con algunas de las personas más peligrosas. No tengo miedo, pero soy consciente. Los trato como prisioneros de guerra”, comentó Levu a CNBC, además de explicar que su experiencia en el Ejército de Estados Unidos ha sido de gran ayuda para su labor.

El enfermero viene de una familia vietnamita proamericana que huyó de su país tras la toma de poder del gobierno comunista. Desde joven, aspiraba a ser soldado y obtuvo el consentimiento de sus padres para unirse al ejército a los 17 años. Posteriormente, un reclutador lo redirigió hacia la enfermería, donde completó su formación como enfermero vocacional en Fort Sam Houston, Texas.

Levu recibe una compensación notable por su trabajo debido a los altos riesgos asociados. Su contrato de seis meses en Pelican Bay incrementa su salario por hora a 42 dólares, además de recibir un reembolso semanal libre de impuestos por 1080 dólares. Este ingreso combinado le permitió duplicar su ingreso anual de 2023, elevándolo a 112.000 dólares en 2024.

“Esta es la primera vez que he ganado más de seis cifras”, declaró Levu, subrayando el alivio financiero que esto le brinda.

El oficio de enfermero itinerante, generalmente implica contratos a corto plazo en lugares con escasez de personal, pero también es en instalaciones correccionales donde la demanda y la paga son más altas. Esta flexibilidad en la elección de su lugar de trabajo es uno de los atractivos principales para el hombre. “Me proporciona mucha libertad en mi vida”, expresó a CNBC.

A su llegada al trabajo cada día, Levu pasa por varias capas de seguridad, recibe un chaleco antibalas y llaves de las celdas, siempre preparado para emergencias médicas que puedan surgir de la violencia dentro de la prisión.

Además, detalló algunas acciones de precaución que toma para evitar algún posible incidente con los prisioneros. El enfermero nunca da la espalda, no deja objetos punzantes al alcance y siempre mantiene su equipo de seguridad a mano.

Kevin Levu destacó la diferencia abismal entre el entorno de la prisión y el mundo exterior, describiéndolo como irreal. “Tengo sangre en las manos, y luego termina mi turno y la gente me saluda en el supermercado”, contó a CNBC.

A largo plazo, él aspira a convertirse en enfermero titulado, con planes de regresar a los estudios en 2025. “No planeo trabajar en correccionales a largo plazo”, manifestó.

“Tengo aspiraciones a largo plazo que incluyen alcanzar un mayor nivel de cuidado y conocimiento para poder tratar a pacientes en la UCI y en el departamento de emergencias en cualquier lugar del mundo”, concluyó.

Los ingresos de Levu le permiten un estilo de vida cómodo, en el que ahorra e invierte gran parte de su salario mensual. En junio de 2024, destinó más de 9,000 dólares a sus ahorros y cuentas de inversión. Vive de manera frugal en una casa de un dormitorio amueblada en Brookings, Oregon, y se permite algún lujo como bistecs ribeye, según compartió.

El viaje de Kevin Levu desde sus aspiraciones juveniles hasta su posición actual como enfermero itinerante representa una historia de resiliencia y adaptación. Su capacidad para enfrentar los peligros dentro de Pelican Bay mientras planea un futuro en la enfermería refleja un profundo compromiso con su profesión y una determinación inquebrantable para seguir avanzando.