Una encuesta reciente realizada por CNN ha puesto de manifiesto que casi cuatro de cada diez adultos estadounidenses (39%) se preocupan con frecuencia por no poder cubrir sus gastos familiares. Esta cifra ha experimentado un aumento significativo respecto al 28% registrado en diciembre de 2021, alcanzando niveles similares a los observados durante la Gran Recesión, cuando la cifra se situaba en 37 por ciento.
El estudio señala que un 35% de los estadounidenses ha tenido que aceptar trabajos adicionales para llegar a fin de mes. El panorama económico ha obligado a muchos a reducir sus gastos en entretenimiento y extras, así como a cambiar sus hábitos de compra. Esta situación se ha vuelto más crítica en ciertos grupos demográficos, especialmente entre los latinos (52%) y los afroamericanos (46%), quienes reportan una preocupación constante por los ingresos insuficientes.
Además, la encuesta revela que más de la mitad de los hogares que ganan menos de USD 50.000 anualmente también se encuentran preocupados por cubrir sus gastos básicos. Esta información subraya cómo, a pesar de los indicadores nacionales de bajo desempleo y desaceleración de la inflación, una gran parte de la población sigue enfrentando dificultades económicas.
El costo de vida continúa siendo un problema predominante, con dos tercios de los estadounidenses (65%) identificando los gastos y el costo de vida como su principal preocupación económica. Esta cifra, aunque inferior al 75% del verano de 2022, es considerablemente más alta que en el verano de 2021 cuando solo el 43% mencionó un problema relacionado con los gastos.
Según un análisis de Moody’s Analytics, el hogar promedio ahora gasta USD 925 más cada mes para adquirir los mismos bienes y servicios que hace tres años. Esta alza se ha producido en un contexto donde los precios de los alimentos, la ropa y los seguros han incrementado, sumando presión a los presupuestos familiares.
La presión sobre los presupuestos familiares se debe en gran parte a los aumentos de precios registrados en los últimos años. Aunque la inflación anual se ha reducido al 3% en julio de 2024, significativamente menor que el pico del 9% en junio de 2022, los consumidores todavía enfrentan precios más altos que hace un año. Esta desaceleración en la tasa de inflación no significa que los precios estén bajando, sino que aumentan a un ritmo más lento, según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
El analista financiero jefe de Bankrate, Greg McBride, comentó que “el impacto acumulado de varios años de inflación ha afectado a los presupuestos familiares”, de acuerdo con CNN. Según McBride, mientras que desde una perspectiva macroeconómica el desempleo es bajo y la economía está creciendo, la realidad sobre el terreno es que la moderación de la inflación no necesariamente trae alivio inmediato a los hogares.
Una de las pocas noticias positivas en el estudio es que, en general, los salarios han aumentado en los últimos tres años. Moody’s Analytics estima que los ingresos familiares medios han subido USD 1.110 en comparación con hace tres años, superando así los USD 925 adicionales que la gente gasta en los mismos bienes y servicios ahora. Sin embargo, no todos los grupos han experimentado este incremento en ingresos, y muchos sienten que sus salarios solo les permiten mantener el nivel de vida existente sin poder mejorar su situación financiera, según el mismo medio.
A pesar de los incrementos salariales, el 35% de los adultos ha tenido que buscar trabajos adicionales para poder cubrir sus gastos. Entre los latinos y afroamericanos, este porcentaje es aún mayor, alcanzando 52% y 44%, respectivamente. Además, el 47% de las personas menores de 45 años también reporta haber tomado trabajos extras para equilibrar su economía, según CNN.
La situación económica ha llevado a muchos estadounidenses a recortar gastos en entretenimiento (69%) y a modificar sus compras de comestibles (68%), de acuerdo con la encuesta. Otros han reducido el uso del automóvil (41%) y han incrementado el uso de tarjetas de crédito para cubrir necesidades básicas, con el 37% de los encuestados contrayendo nuevas deudas.
La encuesta fue llevada a cabo por SSRS entre el 3 y el 24 de junio del presente año, y se realizó tanto por internet como por teléfono con un entrevistador en vivo. La muestra nacional aleatoria incluyó 2.021 adultos, con un margen de error de ±2.7 puntos porcentuales.