Un caso impactante ha sacudido a la comunidad de Idaho después de que una mujer y su madre fueran acusadas de asesinar al esposo de la primera, según informó New York Post. El crimen, ocurrido en un campamento, ha sido descrito por la policía como un acto “similar a sacrificar un perro para salvar al ganado”.
Según informó People, Melissa Fay Calumpit, de 35 años, presuntamente atrajo a su esposo, Travis Calumpit, de 37 años, al campamento Martin’s Landing, ubicado cerca del río Snake y la frontera con Oregón, el 12 de julio. El ataque se produjo cuando el hombre creía que la reunión sería el primer paso para reconciliarse con su esposa.
“Travis fue encontrado boca abajo, con los pies hacia el río y sangre cerca de su costado izquierdo”, revela el documento del arresto. El informe indica que la víctima tenía una herida de bala en el pecho. Antes de reunirse con su esposa, el hombre había informado a su padrastro sobre sus planes de encontrar a Melissa en el campamento, con la esperanza de que pudieran reavivar su relación y pasar el fin de semana juntos.
Una trampa mortal
En lugar de una reconciliación, Melissa Calumpit presuntamente llevó a su ex pareja a un lugar apartado y lo asesinó como parte de un plan ideado por su madre, Rosalie Lynn Morris, de 59 años. La policía comenzó a sospechar de la mujer después de una entrevista telefónica en la que hizo varias declaraciones incriminatorias y que eran inconsistentes con las pruebas.
Según The Independent, Melissa inicialmente negó su participación, afirmando que ella y su madre habían salido en coche por Nevada. Sin embargo, su versión cambió cuando la policía le mostró las imágenes de la cámara de seguridad del vehículo de Travis, que la colocaba en la escena del crimen.
“Finalmente, admitió que mató a su esposo, aunque intentó alegar defensa propia después de un supuesto abuso en el campamento”, detalló el informe del arresto, dado a conocer por New York Post. Melissa afirmó a los agentes que Travis la había violado, pero la historia se desmoronó bajo un análisis más profundo.
Melissa cambió su versión varias veces. En un momento afirmó que Travis tomó su pistola y cargó una ronda en la recámara. “No hizo ninguna declaración que indicara que Travis la amenazó con la pistola” se destacó en el documento. Finalmente, admitió que tenía la pistola en el bolsillo, golpeó a Travis en la cabeza con una roca y le disparó cuando él se lanzó hacia ella.
Por su parte, la madre intentó asumir la responsabilidad, sugiriendo que el asesinato fue su idea. “Al parecer, organizó una reunión familiar en su casa donde discutieron cómo deshacerse de Travis para siempre”, según el documento del arresto.
Rosalie también explicó que había buscado un arma no registrada para el asesinato y que planeaba llevar a cabo el acto ella misma, pero que Melissa insistió en acompañarla.
Después del asesinato, Melissa y Rosalie huyeron, deshaciéndose del arma y del móvil de Travis en el camino. La investigación reveló que Melissa se quedó el tiempo suficiente para escuchar las últimas palabras de su esposo. “Después de que le disparara, Travis le preguntó ‘¿Por qué?’ y ella respondió, ‘Lo siento. Te amo,’ antes de huir”, de acuerdo con los documentos.
La mujer y su madre enfrentarán cargos de asesinato en primer grado y destrucción de pruebas. Morris también enfrenta cargos por complicidad en el asesinato. Ambas están detenidas con una fianza de 2 millones de dólares, según People.