(Desde Washington, Estados Unidos) Durante el discurso de aceptación en la Convención Republicana de Milwaukee (Wisconsin), Donald Trump presentó los trazos más nítidos de su próxima agenda geopolítica en la Casa Blanca, si vence en las elecciones presidenciales de noviembre.
Trump quiere cerrar la frontera sur de Estados Unidos a la inmigración indocumentada que llega desde México, considera que puede terminar la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente “con una llamada”, confía en su relación personal con el dictador de Corea del Norte, Kim Jon-un, cree que es posible contener a China e Irán, y sostiene que Hamas tiene que liberar a los rehenes judíos antes de su eventual llegada a la Casa Blanca.
El candidato republicano no hizo una sola referencia a America Latina como bloque político-económico en su discurso de aceptación. Tampoco fijó su punto de vista sobre la Unión Europea, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y las Naciones Unidas (ONU), tres piezas estratégicas del tablero internacional.
Trump se concentró en México y la inmigración indocumentada, un asunto que es prioridad para los votantes independientes de clase media, hispanos y afroamericanos. El candidato presidencial cuestionó la matriz económica de su principal socio global y amenazó con una guerra de tarifas, si el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum profundiza la estrategia de Nearshoring con fuerte inversión de China.
“Acabaré con la crisis de inmigración ilegal cerrando la frontera y terminando el muro, que ya está muy avanzado. Que hay mejor que esto: tenemos que frenar esa invasión a nuestro país, que está matando a cientos de miles de personas cada año. No permitiremos que esto siga”, opinó Trump en su discurso de aceptación.
Y agregó respecto a la relación comercial entre México y China:
“Muchas fábricas se construyen cruzando la frontera con México. Esas fábricas se construyen con dinero chino, ahí en México para que inunden a nuestro país. Los sindicatos de los trabajadores de la construcción y de las plantas automotrices no deberían permitir eso. Con Donald Trump, la fabricación de los autos va a volver aquí y van volver rápido. Vamos a poner un punto a eso. Se han aprovechado de nosotros, y se hacen llamar nuestros aliados”.
En su discurso de Milwaukee, Trump ratificó que no comparte el canon de la diplomacia occidental. El candidato a presidente cree en otros métodos de disuasión -poder militar y guerra económica-, y considera que el mundo se encuentra cerca de un conflicto global.
“Hay una crisis internacional, que el mundo nunca ha visto antes. Hay una guerra en Europa, en el Medio Oriente, con un posible conflicto en Taiwan, Korea, las Filipinas y toda Asia. Y nuestro planeta está al borde de la tercera guerra mundial, porque esa guerra será como nunca visto porque las armas ya no son tanques que se disparan los unos a los otros. Ahora son armas de destrucción masiva”, sostuvo el candidato republicano.
En este contexto, Trump considera que los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, así como el crecimiento de Irán como potencia regional, son la consecuencia directa de la presunta debilidad de la administración Biden para liderar la agenda internacional.
“Con el presidente Bush, Rusia invadió Georgia. Con el presidente Obama, Rusia se hizo con Crimea. Con esta administración (Biden) quiere hacerse con toda Ucrania. Y con el presidente Trump, Rusia no logró nada”, describió el expresidente republicano.
Y añadió:
“Nuestros opositores (por los demócratas) tenían un mundo en paz y ahora es un planeta en guerra. Fíjense ese ataque a Israel. Vean lo que está pasando con Ucrania. Las ciudades están siendo bombardeadas, como se puede vivir así con todos los edificios que se derrumban”.
Asimismo, el candidato republicano piensa que el actual escenario internacional es una deriva natural de la ausencia del concepto del palo y la zanahoria en el Departamento de Estado. Trump afirmó en Milwaukee que tendrá suficiente poder para concluir con los conflictos en Ucrania y Gaza.
“Acabaré con cada crisis internacional que esta administración ha creado, incluso la guerra horrible entre Rusia y Ucrania, que nunca hubiera sucedido si yo hubiese sido presidente. Y la guerra causada por el ataque a Israel, que no hubiera pasado nunca si yo hubiese sido presidente. Irán estaba en bancarrota y ahora tiene todos esos millones de dólares. Ellos no estaban en ninguna parte. Y ahora Irán casi tiene un arma nuclear, y eso nunca habría pasado conmigo”, dijo Trump.
El candidato a presidente sólo citó a dos jefes de Estado durante su discurso. Hizo referencia a Viktor Orban, Primer Ministro de Hungría, y a Kim Jon-un, dictador de Corea del Norte. Trump elogió a los dos, mientras los convencionales republicanos aplaudían con entusiasmo.
“Yo fui el presidente, en los tiempos modernos, de no tener una sola nueva guerra. Hungría es un país fuerte con un líder muy fuerte, a la prensa no le gusta. Hace poco le preguntaron a Viktor Orban, primer ministro de Hungría, qué está pasando en el mundo que está explotando. Un tipo super duro. Y dijo: ´No quiero que esta gente venga a mi país para poner bombas en los centros comerciales y matar gente. Y solo hay una manera de resolver eso: hay que traer al presidente Trump de nuevo a la Casa Blanca, porque él mantenía a todo el mundo a raya”, comentó el candidato republicano.
Y sobre Kim Jong-un reveló:
“Me llevo muy bien con Kim Jong-un en Corea del Norte. A la prensa no le gusta eso, como se puede llevar bien con un personaje así, dicen. Bien: es bueno llevarse bien con alguien que te dé muchas armas nucleares. Los disparos de misiles desde (Corea del Norte) pararon, y ahora otra vez están disparando. A él (Kim Jong-un) le gustaría que yo volviera a la presidencia. Me echa de menos”.
La relación personal de Trump con Kim Jong-un sorprende a los observadores internacionales. El candidato republicano tiene posición tomada sobre Israel, y ya se conoce que la dictadura de Corea del Norte vende armamento a Hamas, que perpetuó el ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 y tiene cautivos a 120 rehenes judíos en Gaza.
“A todo el mundo le digo esto: queremos que vuelvan nuestros rehenes. Y queremos que vuelvan antes que yo tome el poder. Porque sino van a pagar un precio muy alto”, advirtió Trump a Hamas, Yihad Islámica, Hezbollah e Irán, que tienen a los secuestrados judíos a su merced.
Trump no cuestiona a Rusia, aunque hace referencia a sus vínculos ideológicos y comerciales con América Latina. “Rusia tiene submarinos nucleares y buques de guerra a sesenta millas de Miami”, afirmó el candidato republicano en obvia mención a La Habana.
Tampoco condenó a las dictaduras en Venezuela, Cuba y Nicaragua. Sólo mencionó en tono irónico al régimen de Nicolás Maduro y a la política carcelaria de El Salvador, que ejecuta su presidente Nayib Bukele.
“En Venezuela, Caracas, hay mucho crimen. Es un lugar muy peligroso, pero ya no. Porque el crimen ha bajado el 72 por ciento. De hecho, si ganamos la elección, la próxima convención republicana será en Venezuela porque hay mucha seguridad. No podremos tenerla en El Salvador. Ahí el crimen ha bajado un 70 por ciento. ¿Por qué? Porque envían a sus asesinos a Estados Unidos”.
Trump nombró una vez a América Latina en su discurso de 96 minutos. Fue al pasar, cuando cuestionó a los inmigrantes ilegales. “Vienen de América Latina. De prisiones y de cárceles”.