Murió Richard Simmons, ícono del fitness en la televisión de EEUU

Su propia historia de lucha contra el sobrepeso inspiró a millones de personas

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Richard Simmons (Crédito: AP)
Richard Simmons (Crédito: AP)

Richard Simmons, ícono del fitness en la televisión que construyó un mini-imperio instando a las personas con sobrepeso a hacer ejercicio y comer mejor, murió este sábado, un día después de cumplir 76 años.

Los departamentos de Policía y Bomberos de Los Ángeles dijeron que acudieron a un llamado de urgencia en una casa de Los Ángeles donde un hombre fue declarado muerto por causas naturales. Ninguno de los dos proporcionó un nombre, pero la agencia de noticias The Associated Press comparó la dirección y la edad con Simmons a través de registros públicos. Según reportes de la prensa local, su ama de llaves lo encontró inconsciente el sábado por la mañana.

En marzo de 2024 Simmons reveló que había sido diagnosticado con cáncer de piel y desde entonces se supo poco de él, desatando especulaciones sobre su salud y bienestar.

Simmons fue un adolescente de 268 libras (121 kilos) que compartió sus duros consejos para perder peso como presentador del programa diurno “Richard Simmons Show”, ganador de un Emmy, autor de libros superventas y del plan de dieta “Deal-A-Meal”, además de abrir estudios de ejercicio y protagonizar millones de videos de ejercicios, incluida la exitosa línea “Sweatin’ to the Oldies”.

“Mi plan de alimentación y mi dieta son sólo dos palabras: sentido común. Con una pizca de buen humor”, declaró a The Associated Press en 1982. “Quiero ayudar a la gente y hacer del mundo un lugar más sano y feliz”.

Richard Simmons (Crédito: GETTY IMAGES)
Richard Simmons (Crédito: GETTY IMAGES)

Simmons adoptó la comunicación de masas para difundir su mensaje, incluso cuando acabó convirtiéndose en el blanco de las bromas por su extravagante estilo con sus camisetas musculosas y pantalones cortos. Fue invitado en programas de televisión dirigidos por Merv Griffin, Mike Douglas y Phil Donahue. Pero David Letterman le gastaba bromas y Howard Stern se burlaba de él hasta hacerle llorar. Se burlaron de él en “The Goodbye Girl”, de Neil Simon, en Broadway en 1993, y Eddie Murphy se maquilló de blanco y se vistió como él en “El profesor chiflado”, gritando “¡Soy un poni!”.

A la pregunta de si creía que podía motivar a la gente siendo tonto, Simmons respondió: “Creo que hay un momento para ser serio y otro para ser tonto. Se trata de saber cuándo hacerlo. Yo intento tener una buena combinación. Ser tonto cura la depresión. Pilla a la gente desprevenida y le hace pensar. Pero entre esa tontería hay mucha seriedad que tiene sentido. Es otro tipo de entrenamiento”.

El programa diurno de Simmons se veía en 200 emisoras de Estados Unidos, así como en Australia, Nueva Zelanda, Filipinas y Japón. Su primer libro, “Never Say Diet”, fue un éxito de ventas.

Era conocido por aconsejar a obesos graves, como Rosalie Bradford, que ostentaba el récord de ser la mujer más pesada del mundo, y Michael Hebranko, que atribuyó a Simmons haberle ayudado a perder 700 libras (317 kilos). Simmons ponía a gente real -gorditos, calvos o no- en sus videos de ejercicios para que los objetivos de fitness parecieran alcanzables.

Richard Simmons (Crédito: AP)
Richard Simmons (Crédito: AP)

A lo largo de su carrera, Simmons fue un crítico fiable de las dietas de moda, haciendo siempre hincapié en una alimentación sana y planes de ejercicio. “Siempre habrá algo raro sobre comer cuatro uvas antes de acostarse, o beber un té especial, o comprar un frijol de El Salvador”, dijo a AP en 2005, cuando la moda de la dieta Atkins arrasaba en el país. “Si cuidas tus porciones y tienes una buena actitud y haces ejercicio todos los días, vivirás más, te sentirás mejor y tendrás un aspecto estupendo”.

Simmons era natural de Nueva Orleans, un niño regordete al que sus padres llamaban Milton. (Se rebautizó como “Richard” hacia los 10 años para mejorar su imagen de sí mismo). Decía a la gente que comía en exceso porque creía que a sus padres les gustaba más su hermano mayor. Sus compañeros de colegio se burlaban de él.

Simmons dijo a AP que su madre veía religiosamente el programa de televisión del gurú del ejercicio Jack LaLanne cuando él crecía, pero que no estaba loco por el fanático del fitness. “Lo odiaba”, dijo Simmons. “No estaba preparado para su mensaje, porque estaba en forma, era sano y tenía una actitud muy positiva, y yo no era nada de eso”.

Simmons se fue a Italia como estudiante de intercambio y acabó haciendo anuncios de mantequilla de cacahuete y escenas de comida bacanal para el director Federico Fellini en su película Fellini Satyricon. Dijo a la AP: “Estaba gordo, tenía el pelo rizado. Los italianos pensaban que era una histérica. Era el alma de la fiesta”.

Richard Simmons (Crédito: AP)
Richard Simmons (Crédito: AP)

Su vida cambió tras recibir una carta anónima. “Un día oscuro y lluvioso fui a mi coche y encontré una nota. Decía: ‘Querido Richard, eres muy gracioso, pero los gordos mueren jóvenes. Por favor, no te mueras”. Se quedó tan atónito que empezó una dieta de hambre que le dejó delgado pero muy enfermo.

Después de la dieta de choque recuperó 65 libras (29 kilos). Finalmente, fue capaz de idear un plan sensato para quitarse los kilos de encima y mantenerlos. “Me metí en este negocio porque no encontraba nada que me gustara”, afirmó.

Cuando Simmons llevaba varios años sin aparecer en público, algunos medios de comunicación especularon con la posibilidad de que estuviera secuestrado en su propia casa. En entrevistas telefónicas con “Entertainment Tonight” y el programa “Today”, Simmons refutó las afirmaciones y dijo a sus fans que estaba disfrutando del tiempo a solas. El cineasta y escritor Dan Taberski, uno de sus alumnos habituales, lanzó un podcast en 2017 llamado “Missing Richard Simmons.”

En 2022, Simmons rompió su silencio de seis años, con su portavoz diciendo a The New York Post que el amado icono del fitness estaba “viviendo la vida que ha elegido.”

(Con información de AP y Reuters)

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