Nikolas Cruz, autor del tiroteo masivo en Florida que dejó 17 muertos en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland el 14 de febrero de 2018, ha llegado a un acuerdo civil polémico con una de sus víctimas. Esta resolución incluye la donación de su cerebro para estudios científicos con el objetivo de entender posibles desequilibrios que puedan prevenir futuros crímenes de este tipo, informó Fox News.
La propuesta fue presentada por el abogado Alex Arreaza, representante de Anthony Borges, una de las víctimas que recibió cinco disparos durante el ataque. El defensor legal explicó a Fox News que la finalidad es investigar si hay “algún tipo de desequilibrio que causó esto y que podamos prevenir en el futuro”. Esta cláusula inusual forma parte de un acuerdo que también otorga a la víctima los derechos sobre el nombre de Cruz para su uso en medios de comunicación como películas y libros.
Scott Herndon, un abogado basado en Berkeley con experiencia en representar a víctimas de tiroteos masivos, calificó el acuerdo como “bastante único”. El experto mencionó la novedad del acuerdo al señalar, “subraya el sentimiento de los sobrevivientes de que se debe hacer todo lo posible para evitar estas masacres en el futuro”.
El acuerdo, alcanzado en una reunión vía Zoom, también estipula que Cruz no puede beneficiarse económicamente de su crimen y debe obtener el permiso de Borges para cualquier entrevista. “No queríamos que continuara torturando a las familias”, declaró Arreaza, haciendo referencia al libro “If I Did It” de O.J. Simpson como una advertencia.
Según los documentos judiciales, además de la donación del cerebro, el acuerdo asigna al afectado una suma de USD 430,000 que el tirador espera recibir de la póliza de seguro de vida de un pariente. Cabe mencionar que Borges ya había recibido USD 1.25 millones en un arreglo previo con el Distrito Escolar Público del Condado de Broward y una suma no revelada de un acuerdo con el FBI por su incapacidad para prevenir la tragedia.
Anthony Borges, que tenía solo 15 años durante el ataque, fue una de las 17 personas que sobrevivieron. Durante el tiroteo, el sobreviviente utilizó su cuerpo para bloquear una puerta y proteger a sus compañeros de clase. Este joven, que tenía un futuro prometedor como jugador de fútbol, sufrió heridas graves en las piernas y el torso, y ha requerido más de una docena de cirugías, señaló The Associated Press.
Arreaza, representante legal de Borges, comentó sobre el comportamiento frío del asesino durante las negociaciones, afirmando que “Cruz le pidió perdón como si hubieran estado involucrados en un accidente de coche”, revelando un comportamiento “extraño”.
La escena del tiroteo ha continuado provocando recuerdos traumáticos en Borges, quien sufre de PTSD. El joven se mostró aliviado por la demolición del lugar de la tragedia. “Cada vez que pasaba por ahí, le traía recuerdos”, mencionó su abogado.
Este caso traza una nueva senda en la lucha jurídica y social contra la violencia en las escuelas, intentando encontrar medidas que ayuden a prevenir futuras tragedias de igual magnitud.