El huracán Beryl, que tocó tierra en Texas el lunes 8 de julio de 2024, provocó una gran devastación tanto en el estado como en el Caribe. Clasificado inicialmente como categoría 1, causó serios daños antes de degradarse rápidamente a tormenta tropical al avanzar sobre Texas. Los vientos sostenidos de 128 km/h causaron inundaciones urbanas y marejadas ciclónicas, dejando a más de 2,7 millones de residentes sin electricidad, particularmente en Houston donde más de 1 millón de clientes de CenterPoint Energy se vieron afectados.
El saldo mortal incluyó a dos personas: un hombre de 53 años en Kings River Village y una mujer de 74 años en Rustic Canyon Trl., ambos en el condado de Harris. La tormenta interrumpió drásticamente el transporte, con más de 1.500 vuelos cancelados en aeropuertos clave como el Intercontinental George Bush y el William P. Hobby. Además, varias carreteras de Houston quedaron inundadas, recibiendo White Oak Bayou y Buffalo Bayou niveles significativos de agua en menos de 9 horas.
En el Caribe, Beryl cobró la vida de al menos 11 personas en Venezuela, Jamaica, Granada, San Vicente y las Granadinas, y causó daños severos a la infraestructura antes de tocar tierra por última vez en la península de Yucatán, México.
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