Estados Unidos celebró este jueves las últimas noticias sobre los progresos en las negociaciones entre Israel y Hamas por una tregua en Gaza. Desde la Casa Blanca recibieron con alegría el anuncio y aseguraron que se trata de una “oportunidad significativa”, tras varios intentos frustrados en los meses pasados.
“Hemos tenido un gran avance”, dijo un funcionario de la Administración de Joe Biden en relación con los nuevos comentarios que entregó el grupo terrorista la víspera, con los que accedería a retomar las conversaciones.
“Creemos que hay una apertura significativa” de ambos bandos y que las modificaciones de la milicia palestina “hacen avanzar el proceso y podrían proporcionar la base necesaria para concluir un acuerdo”, sumó el funcionario aunque aclaró que “eso no significa que el pacto se concluya en los próximos días” ya que aún queda “mucho trabajo por hacer en ciertas fases de su aplicación”.
No obstante, el gabinete de guerra israelí, liderado por Benjamin Netanyahu, ya evaluó las peticiones enemigas y anunció que una delegación encabezada por el jefe de la agencia de inteligencia Mossad, David Barnea, ya está en viaje hacia Doha, para negociar en primera persona con los mediadores el nuevo posible pacto.
El grupo “se reunirá con el primer ministro catarí para mantener discusiones que busquen acercar a las partes a un acuerdo sobre Gaza”, comentaron desde el Gobierno.
Asimismo, este jueves por la tarde el Primer Ministro mantuvo una llamada telefónica con Biden en la que evaluaron de forma conjunta la respuesta del grupo islamista y abordaron “los esfuerzos actuales para llegar a un acuerdo de alto el fuego junto con la liberación de los rehenes”. Durante el encuentro, el mandatario estadounidense también aprovechó para agradecer a Netanyahu que haya “permitido que sus negociadores conversen con los mediadores de Qatar y Egipto”, además de los propios, con el fin de “sellar el acuerdo”.
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, conversó con sus homólogos de Arabia Saudita y Jordania sobre estos avances, con el fin de lograr más respaldos al proceso y aumentar la presión sobre los terroristas.
La víspera, Hamas confirmó que había entregado a Doha una respuesta actualizada al plan presentado el pasado 31 de mayo por Biden, que contaba con la aprobación de Israel, y que buscaba -al cabo de tres fases- el regreso de todos los rehenes, la liberación de cientos de presos palestinos, el cese de las hostilidades, la retirada de las Fuerzas de Defensa de la Franja de Gaza y el ingreso de ayuda humanitaria en el enclave.
Entonces, el grupo pidió modificar algunos de los puntos y exigió garantías de cumplimiento de la contraparte, que solo llevaron a que los diálogos se estanquen.
Sin embargo, ahora se abrió una nueva ventana de negociaciones que fue recibida con gran esperanza en las familias de los 120 secuestrados, que cada día piden por su regreso al país.
De todas formas, aún se desconoce cuáles fueron los últimos cambios introducidos por Hamas o las condiciones del nuevo pacto, aunque se cree que el fin de las ofensivas y los rehenes seguirán en el eje de los debates.
(Con información de AFP, EFE y Reuters)