En un momento en el que sólo un tercio de los trabajadores en Estados Unidos se siente comprometido con su empleo y casi la mitad manifiesta sentirse estresado, está surgiendo una tendencia notable en la contratación de personal: los “personality hires” o “contratación de personalidades”.
Estos empleados son seleccionados principalmente por su carisma y habilidades interpersonales excepcionales, aunque no cuenten con gran experiencia técnica. Vicki Salemi, experta en carreras para Monster, lo explica claramente: “Los personality hires se refieren a empleados contratados por su personalidad. Piensa en su carisma y su capacidad para animar al equipo”.
La práctica de seleccionar empleados por su personalidad, en lugar de por sus habilidades técnicas o experiencia directa, está ganando terreno en el ambiente laboral actual. Daniel Bennett, fundador de la agencia creativa DX Creative, compartió su experiencia con CBS MoneyWatch, revelando que cree haber sido un personality hire en un puesto anterior.
“Me contrataron sin tener experiencia, y atribuyó haber vencido a otros candidatos a hacer reír a los entrevistadores y hacer que se lo pasaran bien conmigo”, contó.
Las organizaciones buscan estos perfiles para fomentar la cultura corporativa y fortalecer las relaciones tanto internas como externas. Un estudio reciente de Gallup señala que los personality hires tienen la capacidad de mejorar la moral y el ambiente de trabajo considerablemente.
De acuerdo con la encuesta de Monster, el 85% de los encuestados que se identifican como personality hires creen que fortalecen las relaciones con clientes, colegas y socios. Además, un 71% considera que son fundamentales para mejorar la cultura laboral, y un 70% afirma que aligeran el ambiente y elevan la moral del equipo.
No obstante, esta tendencia no está exenta de controversia. Cerca de cuatro de cada diez trabajadores sienten que los personality hires pueden recibir oportunidades y reconocimientos que no merecen, debido a que su personalidad es más valorada que la habilidad técnica necesaria para el puesto.
Salemi agrega: “Una persona más introvertida aún puede ser positiva para el ambiente laboral y tener alta moral, pero podría ser pasada por alto a favor de un compañero extrovertido”.
Pese a estas tensiones, es claro que la contratación basada en la personalidad puede aportar beneficios significativos a una empresa. Los personality hires suelen ser líderes naturales con capacidades para reparar relaciones deterioradas y convertirlas en positivas. Según Salemi, “la clave está en encontrar el punto dulce: un candidato que tenga tanto habilidades técnicas como el ajuste cultural adecuado”.
La experiencia también demuestra que un equilibrio entre personalidades diversas en el lugar de trabajo puede incrementar el éxito de la empresa. Bennett señala que un entorno laboral sin personalidades que animen y motiven puede resultar insufrible: “Imaginen ir a la oficina y que nadie tenga personalidad, y que trabajar no sea para nada divertido. Ese es un ambiente extremadamente difícil para tener éxito”.
Incluso con las críticas asociadas, los personality hires no son necesariamente malos en sus trabajos. Bennett aclara que “el hecho de ser un personality hire no significa que seas malo en tu trabajo; solo significa que tu personalidad te dio el empujón adicional para conseguirlo”. Por lo tanto, aunque exista escepticismo sobre su eficacia, estos empleados pueden proporcionar un valor real para sus empresas.