La preocupación por el antisemitismo en Estados Unidos ha crecido significativamente en los últimos años. Según una encuesta telefónica realizada por Gallup entre el 1 y el 23 de mayo, el 81% de los estadounidenses considera que el antisemitismo es un problema “muy grave” o “algo grave”. Esta cifra contrasta drásticamente con el 57% registrado en 2003, mostrando un incremento notable. Además, casi la mitad de los encuestados califican el problema como “muy grave”, frente al 9% reportado hace dos décadas.
Este incremento en la percepción de la gravedad del antisemitismo coincide con una disminución en el número de estadounidenses que consideran que “no es un gran problema”, cayendo del 30% al 10%. El porcentaje de personas que piensan que el antisemitismo “no es un problema en absoluto” se ha mantenido estable, apenas por debajo del 10%.
Este fenómeno no se explica en términos estadísticos o percepciones abstractas. Los estadounidenses judíos han denunciado un aumento en el maltrato y acoso que sufren debido a su religión, particularmente en el último año. En una encuesta independiente de Gallup, que entrevistó a más de 46.000 miembros de su panel basado en probabilidades, un tercio de los judíos afirmó haber sido tratado mal “frecuentemente” u “ocasionalmente” durante los últimos 12 meses. En comparación, solo el 10% de todos los adultos estadounidenses reportó experiencias similares.
Este reciente incremento en los incidenes se relaciona con varias tragedias y actos de violencia que han marcado a la comunidad judía en los últimos años. Entre los ejemplos más destacables se encuentran los tiroteos en una sinagoga de Pittsburgh en 2018 y en una sinagoga de Poway, California, en 2019, donde murieron 12 personas. Más recientemente, la Liga Antidifamación reportó un aumento de incidentes antisemitas en los campus universitarios y otros lugares, particularmente después del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior respuesta militar israelí en Gaza.
Los preocupaciones sobre el antisemitismo también reflejan diferencias generacionales y partidarias en Estados Unidos. Los estadounidenses mayores, especialmente aquellos mayores de 65 años, son los que más consideran el antisemitismo como un problema muy grave, con un 66% expresando esta opinión. En contraste, solo el 36% de los menores de 50 años comparte esta percepción. En cuanto a las afiliaciones políticas, los republicanos (63%) son más proclives que los demócratas (49%) y los independientes (40%) a considerar el antisemitismo como un problema muy grave.
La encuesta de Gallup también exploró el prejuicio contra otras religiones, incluyendo el prejuicio contra los musulmanes. Aunque el 74% de los encuestados considera que este tipo de prejuicio es un problema muy o algo grave, solo el 33% lo ve como un problema muy grave. Existen diferencias políticas más marcadas en torno a esta cuestión; la mitad de los demócratas lo perciben como un problema muy grave, comparado con solo el 18% de los republicanos.
La sensación de maltrato también afecta a otras comunidades religiosas en Estados Unidos. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) también reportan tasas de maltrato superiores a la media, con uno de cada cinco informando que ha sido tratado mal con frecuencia u ocasionalmente. Sin embargo, las experiencias de maltrato son más prevalentes y agudas entre los judíos estadounidenses comparados con otros grupos religiosos importantes.
Cabe destacar que los judíos estadounidenses no solo son los más afectados por el maltrato, sino que también son los que más sienten que esta situación ha empeorado. Casi la mitad reporta un aumento en el maltrato o acoso en el último año, una cifra significativamente mayor en comparación con el 10% de todos los adultos estadounidenses que informan el mismo sentimiento. Según destacó la encuesta, “Casi la mitad de los judíos estadounidenses afirman que ha aumentado el maltrato”.
Un 77% de aquellos que informaron haber sido maltratados o acosados atribuyen estas acciones a personas que no conocen personalmente, destacando la prevalencia del anonimato en el acoso. Además, el 73% señala que ha sido maltratado por personas en línea, subrayando la gravedad del antisemitismo en plataformas digitales.
Finalmente, la reticencia de los judíos estadounidenses a compartir su afiliación religiosa es notablemente alta. Más del 60% de los judíos estadounidenses, más del doble del promedio nacional, admiten haber tenido miedo de revelar su religión por temor a ser maltratados, un reflejo alarmante de la percepción dominante del antisemitismo en el país.