Cómo vive la comunidad LGBT+ los nuevos criterios de donación de sangre que impulsan la inclusividad

La FDA actualizó sus políticas el año pasado. Las restricciones antiguas, que databan de 1983, discriminaban a los hombres gays y bisexuales. La historia de un donante refleja el cambio

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La comunidad LGBT+ vive con alivio la actualización de las normas de donación de sangre por parte de la FDA. (EsSalud)
La comunidad LGBT+ vive con alivio la actualización de las normas de donación de sangre por parte de la FDA. (EsSalud)

Desde que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) cambió sus normas de donación de sangre para permitir que los hombres homosexuales y bisexuales donaran sangre, mucho ha cambiado en la experiencia de los donantes, detalló Usa Today en una nota sobre varias experiencias recientes. Esta medida, que entró en vigor el año pasado, fue recibida con “alegría y alivio” por parte de la comunidad LGBT+. Actualmente todos los donantes responden a las mismas preguntas sobre su historial sexual, según el medio, y ese cumplimiento no sólo pone a la gente en pie de igualdad: también ha ampliado la donación en los últimos meses.

Doug Anderson, un hombre de 51 años y empleado de la Cruz Roja Estadounidense, donó plaquetas por primera vez gracias a estas nuevas normas. Anderson, quien es gay y tiene un raro tipo de sangre AB negativa, había donado sangre en cuatro ocasiones previas desde que se actualizaron las pautas. “Cuando la gente habla de inclusión, a menudo se enmarca como el acceso a obtener algo, pero yo cuestionaría esa noción”, expresó Anderson, destacando la importancia de la inclusión también como un medio para dar algo.

La actualización de la FDA es el resultado de años de promoción e investigación científica que buscaban eliminar la prohibición de 1983, la cual impedía a los hombres homosexuales y bisexuales donar sangre. Eso se debía a las antiguas creencias sobre los llamados grupos de riesgo de contagio del VIH. Sin embargo, el progreso científico descartó las políticas centradas en grupos de personas y actualmente se advierte sobre comportamientos particulares que aumentan el riesgo de contagio del virus, con lo cual la prohibición se volvió discriminatoria.

Hasta hace una década, los gays solo podían donar si se abstenían de tener relaciones sexuales durante un año. Durante la pandemia de COVID-19 este periodo se redujo a tres meses. Hoy los hombres homosexuales y bisexuales que mantienen relaciones monógamas pueden donar libremente. Y todos los donantes, sin importar su sexo o su orientación sexual, deben esperar tres meses para donar si han tenido sexo anal con nuevas o múltiples parejas.

“Esta es la quinta vez que Doug Anderson dona sangre desde que la Cruz Roja Estadounidense actualizó sus pautas de detección para hombres que tienen sexo con hombres”, se señala en USA Today.

Como la gran mayoría de los países (sólo 50 no lo hacen), Estados Unidos permite a que los hombres homosexuales y bisexuales donen sangre. (Camila Díaz/Colprensa)
Como la gran mayoría de los países (sólo 50 no lo hacen), Estados Unidos permite a que los hombres homosexuales y bisexuales donen sangre. (Camila Díaz/Colprensa)

Anderson y su esposo, Dan Bennett, quienes viven en el área metropolitana de Washington D.C., pudieron donar sangre juntos en agosto pasado por primera vez en 14 años de relación. “Después de no poder hacerlo durante tanto tiempo, experimentarlo juntos fue realmente especial”, comentó Bennett. Desde entonces, él se ha convertido en voluntario y se encarga de registrar a las personas. Anderson añadió que espera que su experiencia anime a otros a donar, ofrecerse como voluntarios o contribuir de alguna manera, ya que “hay espacio para todos”.

Aunque la medida de la FDA representa un avance significativo, todavía existen limitaciones. Las personas que mantienen relaciones casuales y aquellos que toman PrEP (profilaxis preexposición) siguen enfrentando restricciones para donar sangre. Anderson subrayó la necesidad de continuar trabajando en la eliminación de estas barreras: “Hay mucho más por hacer, pero tengo la esperanza de que ese trabajo continúe”.

La implementación de esta política ha revitalizado a muchos miembros de la comunidad LGBT+. Anderson recuerda haberse sentido impotente en el pasado, especialmente durante su servicio en el ejército, cuando sabía que había una necesidad crítica de sangre, pero no podía donar. Incluso durante campañas de donación en su lugar de trabajo, se sentía frustrado al no poder participar. “En esa situación uno se siente impotente”, dijo Anderson. “Por eso sentí una enorme alegría y alivio cuando la FDA tomó la decisión el año pasado”.

Las nuevas reglas de la FDA benefician a donantes potenciales y a los pacientes que necesitan sangre. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las nuevas reglas de la FDA benefician a donantes potenciales y a los pacientes que necesitan sangre. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante su más reciente donación en un centro de donación en Washington D.C., Anderson lució con orgullo un pin del orgullo arcoíris adherido a su camisa roja brillante para celebrar la magnitud del momento durante el Mes del Orgullo. Mientras realizaba su donación de plaquetas, que es diferente a una donación de sangre normal y conlleva aproximadamente tres horas, se mostró tranquilo y agradecido por la oportunidad.

La Cruz Roja también ha alentado a las personas a considerar otras formas de contribuir si no son elegibles para donar sangre. “No tienes que donar sangre para poder ser parte de la misión”, señaló Bennett. “Hay muchas otras formas de contribuir”, reiteró Anderson durante su entrevista, animando a otros a explorar diferentes maneras de apoyar esta causa vital.

La comunidad LGBT+ y aliados siguen celebrando este paso hacia una mayor inclusión en el ámbito de la donación de sangre, mientras esperan que futuras reformas amplíen aún más las oportunidades para todos los donantes potenciales, sin importar su orientación o prácticas sexuales.

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