Las relaciones entre Estados Unidos y China parecen estar deteriorándose a pesar de los acuerdos alcanzados en noviembre del año pasado entre el presidente Joe Biden y el líder chino Xi Jinping. De hecho, el embajador estadounidense en Beijing, Nicholas Burns, expresó su preocupación por lo que describió como esfuerzos activos de China para socavar los lazos entre ambas naciones.
“Dicen estar a favor de reconectar a nuestros dos pueblos, pero están tomando medidas drásticas para hacerlo imposible”, declaró el embajador en una entrevista con The Wall Street Journal publicada este martes.
Entre las preocupaciones planteadas por Burns, un diplomático veterano de 68 años que asumió su cargo en abril de 2022, se encuentran el interrogatorio e intimidación de ciudadanos que asisten a eventos organizados por Estados Unidos en China, el aumento de las restricciones a las publicaciones de la embajada en redes sociales y lo que él percibe como un fomento del sentimiento antiestadounidense.
El embajador detalló que, desde noviembre, hubi 61 eventos públicos en los que el Ministerio de Seguridad del Estado chino u otros organismos gubernamentales han presionado a ciudadanos chinos para que no asistan o han intentado intimidar a los participantes. Estos eventos incluyen charlas de especialistas en salud mental, mesas redondas sobre emprendimiento femenino, proyecciones de documentales y actuaciones culturales.
Burns también señaló dificultades crecientes para los estudiantes chinos que desean asistir a universidades estadounidenses. Según el embajador, las ferias universitarias en toda China han rescindido invitaciones al personal diplomático estadounidense para promocionar las universidades de EE.UU., citando preocupaciones ideológicas o de seguridad nacional.
“Lo que nos dicen a nosotros y lo que dicen al mundo es que quieren un compromiso interpersonal, pero no se trata de algo episódico. Es algo rutinario. Esto ocurre en casi todos los actos públicos”, afirmó Burns. “Se trata de una infracción grave y esperamos que la República Popular China recapacite”.
En un caso, dijo, un local desconectó literalmente un concierto organizado por la Embajada de EE.UU. sin dar explicaciones, diciendo que no habría electricidad el día del evento y echándolo por tierra. Según los funcionarios de la embajada, el local acogió un concierto la noche anterior y otro la noche siguiente sin ningún problema aparente.
“No es señal de un gobierno confiable”, dijo Burns.
El embajador también expresó su preocupación por lo que percibe como un aumento del sentimiento antiestadounidense en China. Mencionó específicamente el reciente apuñalamiento de cuatro profesores universitarios de Iowa en el noreste de China, un incidente sobre el cual Burns declaró: “No estoy satisfecho de que se nos haya dado suficiente información sobre los motivos del agresor”.
En términos más generales, añadió, “durante los más de dos años que llevo aquí me han preocupado los esfuerzos del agresivo gobierno chino por denigrar a Estados Unidos, por contar una historia distorsionada de la sociedad, la historia y la política estadounidenses. Sucede todos los días en todas las redes a disposición del gobierno aquí, y hay un alto grado de antiamericanismo en línea”.
A pesar de estos desafíos, Burns destacó que la demanda de visados estadounidenses por parte de ciudadanos chinos sigue siendo alta. En 2023, Estados Unidos emitió alrededor de 105.000 nuevos visados de estudiante a ciudadanos chinos, la cifra más alta desde antes de la pandemia.
Sin embargo, el embajador señaló que la capacidad de la embajada para procesar visados se ha visto obstaculizada por la negativa de China a permitir la contratación de empleados locales. “China no ha concedido permiso a la Embajada de EE.UU. para contratar a ningún empleado chino desde hace tres años, incluso después de la cumbre de San Francisco”, explicó Burns.
El informe del Wall Street Journal subraya que, a pesar de la aparente estabilización de las relaciones tras la cumbre de noviembre en San Francisco, las tensiones entre las dos superpotencias siguen latentes. Estas tensiones se ven exacerbadas por el apoyo indirecto de China a la guerra de Rusia en Ucrania y su creciente dependencia de las exportaciones.
Burns afirma haber planteado estas preocupaciones a sus homólogos chinos en reuniones a puerta cerrada sobre lo que considera una brecha cada vez mayor entre los compromisos públicos de Beijing y sus acciones. “Hemos mantenido innumerables conversaciones con el gobierno de China sobre este tema y nada ha cambiado, y nada se arregla”, declaró el embajador.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y la Oficina de Información del Consejo de Estado de China no respondieron a las preguntas del Journal sobre los comentarios de Burns, dejando sin respuesta oficial las acusaciones del embajador estadounidense.