(Desde Washington, Estados Unidos) - En la Casa Blanca estaba previsto que hoy deliberara el Grupo Consultivo Estratégico (GSC, por sus siglas en inglés) para analizar la compleja situación en Gaza, la ofensiva regional de Irán y la amenaza creciente de Hezbollah. Pero la administración de Joe Biden canceló la reunión frente a las críticas realizadas por Benjamín Netanyahu en un video posteado en su cuenta oficial de X, acorde a la información confirmada a Infobae en Washington e Israel.
En su declaración pública, Netanyahu cuestionó a Estados Unidos por haber cancelado la provisión de cierto armamento que Israel tenía definido utilizar en su guerra contra Hamas, y exigió la inmediata provisión de esos pertrechos para continuar su ofensiva en la ciudad de Rafah (sur de Gaza).
El líder israelí sostuvo en la red social X:
“Cuando el secretario (Antony) Blinken estuvo recientemente aquí en Israel, tuvimos una conversación sincera. Dije que apreciaba profundamente el apoyo que Estados Unidos está brindando a Israel desde el comienzo de la guerra, pero también dije algo más. Dije que es inconcebible que en los últimos meses, la administración se ha dedicado a retener armas y municiones a Israel. Israel, el aliado más cercano de Estados Unidos, lucha por su vida contra Irán, y nuestros otros enemigos comunes. El secretario Blinken me aseguró que la administración está trabajando día y noche para eliminar este cuello de botella. Ciertamente espero que ese sea el caso. Debería ser así. Durante la Segunda Guerra Mundial, (Winston) Churchill le dijo a Estados Unidos: Danos las herramientas, haremos el trabajo. Yo digo: danos las herramientas y terminaremos el trabajo mucho más rápido”.
La crítica pública de Netanyahu cayó pésimo en la Casa Blanca, que decidió cancelar las deliberaciones del GSC que estaban previstas para hoy. Tzachi Hanegbi -asesor de Seguridad Nacional de Benjamín Netanyahu- estaba en vuelo desde Tel Aviv cuando la administración Biden asumió esa decisión política, y se enteró cuando aterrizó en Washington.
El ministro de Asuntos Estratégicos de Israel, Ron Dermen, que también integra el GSC, conoció la suspensión del encuentro cuando todavía estaba en Jerusalem. Pero de todas maneras decidió embarcar a DC para mantener junto a Hanegbi una cita oficial con Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de Biden.
La Casa Blanca confirmó anoche la reunión de Sullivan con Dermen y Hanegbi. No es el encuentro pautado de todo el GSC, sino una cita de los tres para aplacar la tensión entre Biden y Netanyahu, y después avanzar en la agenda que ya se había fijado para el conclave entre ambas delegaciones.
El Grupo Consultivo Estratégico que comparten Estados Unidos e Israel es liderado por Sullivan y Hanegbi, y habitualmente reúne a cerca de 15 expertos vinculados a la relaciones exteriores, la defensa y la inteligencia de ambos países para definir una agenda común sobre la crisis actual de Medio Oriente.
La agenda de la reunión cancelada tenía como prioridad la guerra en Gaza, el rol in crescendo de Iran en Medio Oriente y la ofensiva que protagoniza Hezbollah contra Israel desde la frontera sur del Líbano. En el GSC se comparte información clasificada, se analizan opciones bélicas en el terreno y se diseñan planes hacia adelante que después consideran Biden y Netanyahu.
El posteo del premier israelí trastocó esta hoja de ruta, y el trabajo conjunto quedará acotado al encuentro entre Sullivan, Hanegbi y Dermen. Es que Netanyahu cuestionó una decisión política de Biden, que apuntó a aplacar los cuestionamientos domésticos que recibe por su apoyo a Israel. En noviembre hay elecciones presidenciales en Estados Unidos, y Donald Trump -por ahora- encabeza todos los sondeos de opinión.
Los pertrechos que reclama Netanyahu -bombas de 900 kilos- fueron cuestionadas por las Naciones Unidas, y la administración demócrata suspendió su envío a Israel para forzar un cambio de estrategia bélica ante el grupo terrorista Hamas. El Presidente de Estados Unidos no tiene intenciones de aparecer avalando el uso indiscriminado de las bombas que podría haber constituido un crimen de guerra, acorde a un último informe público emitido por la ONU.
Además de la guerra en Gaza, que por ahora está circunscripta a Rafah, en DC y Jerusalem se presta mucha atención a los movimientos bélicos que desarrolla Hezbollah desde El Líbano. Este grupo terrorista financiado por Irán exhibe una capacidad militar más profunda que Hamas y en las última semanas ha multiplicado los ataques sobre la frontera norte de Israel.
Hezbollah reveló este martes imágenes de drones que mostraban la vigilancia de sitios estratégicos en Israel, incluido el puerto de Haifa, una inesperada publicación oficial que fue asumida en Washington y Jerusalem como una amenaza velada.
Hamas y Hezbollah se controlan desde Teherán, y avanzan en tándem para forzar un cese del fuego que permita eyectar las tropas israelíes de Gaza y mantener el control político y territorial sobre esa parte de Palestina.
“El enemigo sabe muy bien que nos hemos preparado para los días más difíciles y sabe a qué se enfrentará”, dijo ayer Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah.
Y completó: “Si se impone la guerra, la resistencia luchará sin restricciones, reglas ni límites. No habrá lugar a salvo de nuestros misiles y nuestros drones. El enemigo sabe que debe esperarnos en tierra, aire y mar”.
Dermen y Hanegbi llegaran hoy a las oficinas que Sullivan tiene en el Ala Oeste de la Casa Blanca.
No será una reunión del Grupo del Grupo Consultivo Estratégico, sino un encuentro formal para bajar la tensión entre Biden y Netanyahu y encontrar un punto común que permita a Estados Unidos e Israel terminar con Hamas en Gaza y contener la ofensiva de Hezbollah desde El Líbano.