Un Boeing 737 Max de Southwest Airlines ha estado fuera de servicio durante 20 días debido a un incidente en vuelo ocurrido el 25 de mayo. Según reportó la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), la aeronave, que volaba de Phoenix a Oakland, experimentó un “balanceo holandés” a una altitud de 9.750 metros y con 175 pasajeros a bordo.
El concepto de “balanceo holandés” describe un movimiento en el que el avión se tambalea de un lado a otro a lo ancho y en altura, formando con el frente del avión un patrón similar a un ocho.
“Este tipo de movimiento puede ser particularmente desagradable para los pasajeros”, explicó la FAA. Aunque los pilotos están formados para contrarrestar este fenómeno y los aviones modernos cuentan con sistemas como el amortiguador de guiñada para prevenirlo, la situación puede resultar peligrosa si no se maneja adecuadamente.
La FAA informó que, tras el incidente, los pilotos lograron retomar el control del avión y aterrizarlo sin problemas en Oakland. Posteriormente, en una inspección post vuelo, se detectaron daños en la Unidad de Control de Potencia de Reserva (PCU), la cual controla el timón de profundidad del avión. Afortunadamente, no se reportaron heridos entre los 175 pasajeros y seis miembros de la tripulación a bordo.
Business Insider analizó los datos de FlightAware que indicaron que el avión, con menos de dos años de servicio, permaneció en Oakland durante 12 días antes de ser trasladado a la planta de mantenimiento de Southwest en Everett, Washington, para reparaciones adicionales.
“Estamos trabajando en estrecha colaboración con la FAA y Boeing para investigar este evento”, afirmó un portavoz de Southwest Airlines a CBS News. Sin embargo, tanto la fabricante como la aerolínea se han mantenido reacios a proporcionar comentarios adicionales sobre el incidente.
Este acontecimiento suma un nuevo capítulo a las preocupaciones de seguridad que rodean al Boeing 737 Max, especialmente después de dos accidentes que involucraron este modelo en 2018 y 2019, donde perecieron un total de 346 personas.
Robert Sumwalt, analista de seguridad de la aviación de CBS News, comentó: “Cualquier movimiento no comandado de los controles de vuelo es potencialmente significativo. El hecho de que esto resultara en daños considerables lo convierte en un asunto importante”.
Los registros muestran que otros aviones de Southwest no han presentado problemas similares, según manifestó la aerolínea. Sin embargo, la sombra del 737 Max sigue presente en la industria aérea.
En enero de 2024, una puerta se desprendió de un Boeing 737 Max 9 de Alaska Airlines durante un vuelo, lo que llevó a la suspensión temporal de esa versión del modelo. Este tipo de incidentes mantiene la presión sobre la empresa y subraya las continuas preocupaciones sobre la seguridad de sus aviones.
En un informe preliminar, la FAA señaló que el “balanceo del holandés” del vuelo de Southwest podría haberse debido a un daño en la unidad de control de potencia reserva del timón. La agencia está llevando a cabo una investigación exhaustiva con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la fabricante para determinar la causa exacta del incidente y tomar las medidas pertinentes.
New York Post destacó que la situación actual de Boeing es delicada. La corporación ha sido objeto de numerosas críticas y señalamientos, con más de 20 denunciantes que han testificado contra la empresa en los últimos años.