El jueves 13 de junio, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó por unanimidad un intento de restringir el acceso a la píldora abortiva mifepristona, dictaminando que los médicos antiaborto que presentaron la demanda no tenían capacidad legal para impugnar las regulaciones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), así lo informó The Wall Street Journal. Este fallo asegura que las píldoras, el método más común para interrumpir un embarazo en Estados Unidos, seguirán estando ampliamente disponibles.
El juez Brett Kavanaugh escribió para el tribunal: “El deseo de un demandante de hacer que un medicamento esté menos disponible para otros no establece legitimación activa para demandar”. Este fallo anuló las decisiones de tribunales inferiores que habían aprobado la teoría de que una mujer que sufriera complicaciones por la mifepristona podría necesitar tratamiento de uno de los médicos demandantes, lo cual les daría participación en el caso.
Este caso marca el primer desafío importante en torno al aborto que enfrenta el tribunal desde su controvertida decisión de 2022, que anuló Roe v. Wade y rescindió el derecho federal a abortar. Si bien ese fallo dividió al tribunal en torno a las interpretaciones constitucionales de los derechos individuales, el caso del jueves se centró en cuestiones procesales sobre el derecho a demandar, encontrando puntos en común entre opositores y defensores de Roe.
CNN destaca que, al rechazar la demanda, la corte permite que las píldoras se sigan enviando por correo a las pacientes sin necesidad de visitas presenciales al médico. “Reconocemos que muchos ciudadanos, incluidos los médicos demandantes aquí, tienen preocupaciones y objeciones sinceras sobre el uso de mifepristona y la realización de abortos por parte de otros”, afirmó Kavanaugh. Sin embargo, explicó que los médicos no sufrieron ni daños monetarios ni físicos que justificaran su capacidad para demandar: “Los ciudadanos y médicos que objetan lo que la ley permite a otros hacer siempre pueden llevar sus preocupaciones a los Poderes Ejecutivo y Legislativo”.
Este fallo es un revés significativo para el movimiento antiaborto, que había argumentado que la FDA había aprobado incorrectamente el medicamento hace dos décadas bajo una vía más adecuada para enfermedades graves y potencialmente mortales. Añadieron que la FDA no estudió adecuadamente la seguridad de los cambios recientes relacionados con la dispensación del medicamento sin una visita médica presencial.
Los médicos y organizaciones médicas antiaborto iniciaron su impugnación en noviembre de 2022, buscando retirar por completo la mifepristona del mercado debido a supuestos riesgos de seguridad, una afirmación que fue refutada por grandes organizaciones médicas. Aun cuando un juez federal de Texas, designado por el ex presidente Donald Trump, Matthew Kacsmaryk, se puso del lado de los grupos antiaborto, su fallo nunca entró en vigor.
El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de EEUU revisó parte de la decisión de Kacsmaryk, manteniendo la aprobación subyacente del medicamento pero restringiendo sus recientes ampliaciones, incluyendo su dispensación por correo. Estas restricciones fueron suspendidas por la Corte Suprema el año pasado, manteniendo el status quo hasta una revisión completa del caso.
Durante las audiencias del tribunal superior, la FDA y la Asociación Médica Estadounidense sostuvieron que la mifepristona es segura. “La industria farmacéutica se había opuesto vehementemente a la impugnación, advirtiendo que esto podría abrir la puerta a litigios dirigidos a todo tipo de medicamentos”, según CNN. Kavanaugh agregó: “Dadas las amplias e integrales protecciones de conciencia garantizadas por la ley federal, los demandantes no han demostrado -y no pueden demostrar- que las acciones de la FDA les causarán daño de conciencia”.
El presidente Joe Biden ha criticado repetidamente la decisión de 2022 de la Corte Suprema en Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que anuló el derecho federal al aborto establecido por Roe en 1973. Esta decisión provocó una serie de restricciones estatales y litigios adicionales, influyendo en el panorama político y movilizando a votantes y legisladores en lo que ya se presenta como una elección presidencial marcada por estos temas.
Steve Vladeck, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Texas y analista de la Corte Suprema de CNN, mencionó que “la decisión de hoy no elimina la posibilidad de futuros desafíos a la mifepristona, incluso por parte de un puñado de estados conservadores que ya tienen permitido intervenir en el tribunal de distrito en este caso”. Sin embargo, añadió que el razonamiento del fallo “debería hacer que esas impugnaciones tengan menos probabilidades de tener éxito”.
La segunda impugnación que la Corte Suprema está evaluando este mes es una prohibición estricta del procedimiento en Idaho, que ha sido demandada por la administración Biden argumentando una ley federal que exige a los hospitales que reciben fondos de Medicare brindar atención de emergencia, incluidos abortos, cuando la salud de la mujer está en peligro.