Google está llevando a cabo una expansión significativa de un nuevo producto llamado Green Light, diseñado para optimizar los semáforos y reducir el tiempo de espera en 14 ciudades de todo el mundo. A través de esta tecnología, buscan crear “olas verdes” o secuencias de luces verdes consecutivas para dar fluidez al tráfico.
Juliet Rothenberg, líder de producto de Climate AI en Google Research, destacó al ser consultada por The Wall Street Journal (WSJ) que la implementación de esta herramienta no requiere un hardware nuevo, pues se basa en datos obtenidos de vehículos conectados a internet y aplicaciones de navegación en teléfonos móviles.
Pero Google no es el único que ve el potencial en la optimización de semáforos. Investigadores de la Universidad de Michigan sugieren que estos sistemas podrían ahorrar dinero a las agencias de tráfico, lo que facilita su adopción.
Henry Liu, quien lidera un equipo de investigación en la Universidad de Michigan, precisó la importancia de utilizar los vehículos como sensores de tráfico: “en lugar de instalar cámaras en una intersección, si conocemos la trayectoria del vehículo, entonces el propio vehículo se convierte en el sensor de tráfico” dijo al WSJ.
La metodología desarrollada en Michigan ha sido aplicada para evaluar y ajustar el tiempo de 34 señales de tráfico en Birmingham, Michigan, aprovechando datos de telemetría proporcionados por General Motors. Esta iniciativa tuvo un impacto significativo en el flujo de tráfico durante las horas pico, según Danielle Deneau, directora de seguridad vial del condado de Oakland.
Una reducción significativa del tráfico
Si estas innovaciones se implementaran a nivel nacional, podrían reducir significativamente el tiempo que los conductores pasan en los semáforos. Datos de ciudades donde ya se utiliza Green Light, como Abú Dabi, Hamburgo, Seattle y Calcuta, muestran una reducción del 30% en el tráfico de parada y arranque en las intersecciones.
Un estudio de Inrix de 2021 encontró que, en viajes cortos, los estadounidenses pasan un promedio del 10% de su tiempo detenidos en semáforos. Reducir este tiempo podría ayudar al medio ambiente y a la salud humana, ya que la contaminación en las intersecciones es 29 veces mayor que en las carreteras abiertas debido al tiempo de inactividad de los vehículos.
Otro beneficio de este sistema es que elimina la necesidad de estudios caros y que consumen tiempo, normalmente requeridos para cambiar el tiempo de una señal de tráfico. “Estos estudios cuestan generalmente alrededor de 5,000 dólares cada vez que se realizan,” dijo Liu.
La costosa actualización de señales de tráfico fija es uno de los motivos por los que el tiempo de los semáforos en la mayoría de las intersecciones se actualiza solo una vez cada cinco años, y hay intersecciones cuyo tiempo no se ha actualizado en décadas, añadió.
Falta de actualización de semáforos
Según el WSJ, hoy en día, al menos la mitad de los semáforos en el mundo funcionan como hace 30 años. Son señales de “tiempo fijo”, en contraposición a las señales dinámicas más nuevas, que usan cámaras o sensores bajo la superficie del camino para detectar la cantidad de vehículos presentes y ajustar su tiempo en consecuencia.
En un mundo ideal, cada señal de tráfico sería dinámica y conectada a un sistema de control central para que toda una ciudad o condado se optimizara momento a momento, de la misma manera que el tráfico en internet se optimiza constantemente. Sin embargo, esto no es posible debido a que las señales de tráfico dinámicas y conectadas pueden costar decenas de miles de dólares.
La modernización completa de una intersección puede costar hasta 250,000 dólares con costos de mantenimiento adicionales de 5,000 dólares al año, explicó Deneau. Debido a estos costos altos, las agencias regionales con limitaciones de presupuesto se ven obligadas a utilizar lo que ya tienen: semáforos de tiempo fijo.
Cuando las ciudades se inscriben en Green Light, reciben un panel de control que les ofrece recomendaciones para actualizar el tiempo de intersecciones específicas. Importante, el sistema impulsado por IA de Google evalúa cómo cambian los patrones de tráfico después de actualizar el tiempo de los semáforos, permitiendo a las ciudades medir los resultados reales de sus cambios.
En Seattle, los datos de Green Light convencieron a los planificadores de transporte a actualizar el tiempo de las luces en cinco intersecciones a partir de junio de 2022, según un portavoz del departamento de transporte de la ciudad. Después de un análisis posterior, los planificadores mantuvieron esas actualizaciones en cuatro de las intersecciones. La ciudad continúa utilizando el sistema junto con métodos tradicionales y los planificadores creen que tiene el potencial de ahorrar dinero en el futuro.
Actualmente, Green Light tiene una lista de espera, pero el proyecto se está expandiendo rápidamente a nuevas ciudades, que Google anunciará más adelante este año, según Rothenberg. Liu señaló que cualquier startup tecnológica o agencia de tránsito podría replicar lo que hizo su equipo, ya que han hecho su metodología pública y cualquiera puede utilizarla.
Todo lo que se requiere es obtener el tipo correcto de datos en tiempo real de los fabricantes de automóviles o desarrolladores de aplicaciones de navegación. “Todas las matemáticas ya estaban ahí, la belleza de nuestro enfoque es que los modelos anteriores eran demasiado complicados y los simplificamos,” concluyó Liu.