La Justicia estadounidense ordenó al ex asesor de Donald Trump Steve K. Bannon que se entregue a las autoridades antes del próximo 1 de julio para cumplir con la pena de cuatro meses por negarse a cooperar en las investigaciones por el asalto al Capitolio, que éste consideró una maniobra política: “Quieren acallar al movimiento MAGA (Make America Great Again, lema del empresario durante sus campañas), acallar a los conservadores de base y acallar al presidente Trump”.
En octubre de 2022, Bannon fue acusado y sentenciado por desacato al Congreso luego de que hiciera caso omiso a una citación de una comisión de la Cámara de Representantes que llevaba adelante el caso, así como a un pedido para proporcionar documentos relacionados con su participación en los esfuerzos de la Administración del republicano por anular su derrota en las elecciones de 2020.
Bajo influencia de su defensa, el acusado no se presentó a los llamados por considerar que no podría entregar papeles por una cuestión de privilegio ejecutivo y que aún seguía negociando con los miembros del comité. En su lugar, sus abogados apelaron la decisión por considerar que se trataba de acusaciones impulsadas por cuestiones políticas pero, el mes pasado, un panel de tres jueces de un tribunal federal en Washington ratificó su culpabilidad en los cargos.
Mientras llegaba la respuesta de los magistrados, el juez del caso, Carl J. Nichols, un republicano nominado por el propio Trump, le había permitido permanecer en libertad. Sin embargo, ahora deberá presentarse ante la Justicia en menos de cuatro semanas, a no ser que intente nuevamente solicitar una suspensión de la orden, lo que podría retrasar la fecha límite.
Uno de los abogados del equipo de Bannon, David Schoen, adelantó que están preparando un pedido al pleno del Tribunal de Circuito de Apelaciones de Estados Unidos y hasta al Tribunal Supremo -de ser necesario- para que revisen el caso, y que sería injusto encarcelar a su cliente antes de conocer los nuevos veredictos.
“Eso podría servir a una agenda política pero sería una grave injusticia”, sumó en relación a la reciente condena impuesta al ex Presidente en la causa de los sobornos a la actriz porno Stormy Daniels, pocos meses antes de las elecciones.
Por su parte, el propio Bannon adelantó a la prensa, tiempo atrás, que “tengo grandes abogados y vamos a llegar hasta el Tribunal Supremo si es necesario”.
De todas formas, esta no es la primera ni será la última vez que el ex asesor se enfrente a la Justicia estadounidense. Si bien antes de dejar el cargo, en 2021, Trump lo había indultado en un caso federal que lo señalaba por desfalco, pocos meses después de ser declarado en desacato, un grupo de fiscales estatales de Manhattan lo acusaron de malversar el dinero que ayudó a recaudar para respaldar la construcción del muro fronterizo con México.
Está previsto que el juicio comience a finales de este año en el mismo tribunal donde Trump enfrentó a los magistrados que lo acusaban del manejo irregular de los fondos en el marco de su campaña electoral en 2020.
Al igual que Bannon, Peter Navarro es otro asesor del empresario, condenado por desacato al Congreso que, entonces, apuntó que no podía cooperar con el comité por una cuestión de privilegio ejecutivo. Sin embargo, los magistrados rechazaron este argumento por considerar que era imposible de probar que efectivamente se hubiera invocado esta cuestión y lo condenaron, también, a cuatro meses tras las rejas.
Se presentó ante la Justicia federal de Miami en marzo.
(Con información de AP)