Se proyecta que el costo promedio para mantener fresco un hogar estadounidense entre junio y septiembre de 2024 alcanzará los USD 719, reflejando un aumento cercano al 8% en comparación con el año pasado, así lo informa NBC News. Este nivel representa el más alto en una década y un significativo incremento respecto al promedio de USD 573 en 2021, según estimaciones de las organizaciones de defensa de los hogares de bajos ingresos.
La Asociación Nacional de Directores de Asistencia Energética (NEADA) y el Centro para la Energía, la Pobreza y el Clima informaron que las organizaciones que distribuyen apoyo financiero federal prevén ayudar a cerca de un millón de familias menos a pagar sus facturas de energía este año. Esto se debe en parte a la reducción de los fondos gubernamentales para el Programa de Asistencia Energética para Hogares de Bajos Ingresos (LIHEAP), que disminuyeron de USD 6.000 millones el año fiscal pasado a USD 4.000 millones para el actual.
Mark Wolfe, director ejecutivo de NEADA, señaló: “Es inflación en el sentido de que tienes que gastar más para enfriar tu casa, pero estás usando más”, añadió. “Así que no se puede culpar al precio. Este es más bien el precio del cambio climático”, recalcó Wolfe.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) ha indicado que 2024 podría estar entre los cinco años más cálidos de la historia, con un 61% de probabilidad de ser el año más caliente jamás registrado. Tan solo en el mes pasado, el calor abrasador y la humedad afectaron partes de Texas, la costa del Golfo y el sur de Florida. El verano pasado, Phoenix soportó un récord de 31 días consecutivos con temperaturas iguales o superiores a 43,3 grados Celsius (110 grados Fahrenheit).
Los costos de electricidad este verano variarán significativamente según la región. En Wisconsin, Michigan, Illinois, Indiana y Ohio se espera un costo promedio de USD 581, mientras que en Texas, Oklahoma, Arkansas y Luisiana podrían alcanzar USD 858. A pesar de que en esta última región se prevé un aumento de solo el 1,8%, en el Atlántico medio se espera un incremento del 12% en las facturas de electricidad respecto a la temporada anterior.
La creciente demanda de aire acondicionado durante el verano pone una presión adicional sobre los fondos del LIHEAP, un programa originalmente diseñado para ayudar a los residentes de bajos ingresos a cubrir sus facturas de calefacción en invierno. Este año, se estima que alrededor del 80% de los fondos del programa se destinarán a cubrir gastos de calefacción, dejando solo el 20% para complementar las facturas de refrigeración.
El informe advierte que “estas estimaciones podrían, de hecho, subestimar los costes finales de la refrigeración de las viviendas este verano si las temperaturas siguen alcanzando niveles récord”. Los administradores de LIHEAP han manifestado sus preocupaciones por el aumento de las temperaturas estacionales, argumentando que la demanda creciente en verano supera los fondos disponibles. A diferencia de otros programas de seguridad social como Medicaid o cupones de alimentos, LIHEAP no puede garantizar apoyo a todos los hogares que califican.
En muchos estados, los subsidios basados en los ingresos están proporcionando algún alivio. Connecticut lanzó un programa de dificultades financieras que permite a los consumidores evitar apagones y recibir descuentos mensuales del 10% o 50% dependiendo de sus ingresos.
De acuerdo con el informe, el 23,5% de los hogares no pudieron pagar su factura de energía durante al menos un mes en el último año, frente al 21,3% del año anterior. Entre los hogares con niños, el aumento más significativo pasó del 28,4% al 33,1 por ciento. “Estamos sacrificando la cantidad de asistencia de calefacción que brindamos en el invierno para reservarla para el verano”, afirmó Brian Sarensen, administrador de la ayuda LIHEAP en el estado de Washington.
Mark Wolfe concluyó destacando que “ahora nos acercamos a un período en el que la gente no puede simplemente sudar. Es bastante sombrío”. Muchos hogares enfrentan riesgos inminentes, entre ellos endeudarse o sufrir cortes de servicios públicos por falta de pago. Solo 17 estados y Washington, D.C. ofrecen alguna protección contra los cortes, y cerca de 1 de cada 5 familias de “muy bajos ingresos” no tienen aire acondicionado en casa.