Una peligrosa ola de calor récord golpeará el oeste de los Estados Unidos esta semana

Se espera que las temperaturas alcancen hasta los 44 grados Celsius en Las Vegas, Phoenix y Palm Springs

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Las temperaturas en Las Vegas,
Las temperaturas en Las Vegas, Phoenix y Palm Springs podrían alcanzar 44 grados Celsius esta semana (Frederic J. Brown/AFP)

Una peligrosa y posiblemente récord ola de calor se dirige hacia el oeste de los Estados Unidos esta semana, afectando a California, Arizona y el sur de Nevada, incluyendo Las Vegas. Según la información difundida por ABC News, las temperaturas podrían elevarse hasta los 44 grados celsius en Las Vegas, Phoenix y Palm Springs.

Esta advertencia de calor extremo comienza el martes 4 de junio en la región del Valle de California, con pronósticos de temperaturas de hasta 42 grados celsius que se extenderán desde Redding hasta Sacramento, Fresno y Bakersfield. “El calor será significativo y podría alcanzar niveles peligrosos”, según el pronóstico de los expertos.

El miércoles 5 de junio, la advertencia de calor excesivo se extenderá desde Las Vegas hasta la región de Lake Havasu City, en Arizona. El jueves y el viernes se esperan temperaturas que podrían alcanzar los 44 grados celsius en Las Vegas, Phoenix y Palm Springs. Si Las Vegas supera los 43 grados celsius el jueves, será la primera vez en la historia que la ciudad registre tal nivel de calor tan temprano en junio.

Las Vegas podría superar los
Las Vegas podría superar los 43 grados Celsius por primera vez en junio (Ronda Churchill/AFP)

Phoenix también está en riesgo de romper récords. Si el jueves la temperatura en la ciudad supera los 44 grados celsius, se rompería el récord diario establecido en 2016. Asimismo, ciudades como Reno, en Nevada, y Fresno, en California, podrían acercarse a récords diarios de temperatura el jueves 6 de junio, de acuerdo con información de CBS News.

El norte también se verá afectado, con temperaturas que podrían alcanzar los 35 grados Celsius en Salt Lake City y Boise, Idaho. Aunque no se espera que estas ciudades rompan récords, las altas temperaturas pueden representar riesgos significativos para la salud.

La exposición prolongada al calor extremo puede provocar calambres por calor y agotamiento, que sin intervención adecuada, pueden derivar en un golpe de calor, por lo que el riesgo de salud es significativo, indicaron las autoridades meteorológicas.

“Las condiciones pueden ser peligrosas, especialmente para aquellos sin acceso a aire acondicionado o espacios frescos”, advirtieron. Las altas temperaturas pueden afectar gravemente a poblaciones vulnerables, como los ancianos y los niños.

Phoenix arriesga romper el récord
Phoenix arriesga romper el récord diario de 44 grados celsius establecido en 2016 (Carlos Barria/REUTERS)

Cómo protegerse del calor extremo

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrece varios consejos para mantenerse seguro durante las olas de calor. Entre las recomendaciones clave se incluye el uso de protector solar con un SPF 15 o superior, al menos 30 minutos antes de salir al exterior, y de preferencia aquellos que indiquen “protección de amplio espectro” o “protección UVA/UVB”.

Mantenerse hidratado es esencial para prevenir enfermedades relacionadas con el calor. Los CDC instan a beber líquidos adicionales, incluso si no se tiene sed, y a evitar bebidas muy azucaradas y alcohólicas, que pueden causar pérdida de más líquidos en el cuerpo. También se debe tener cuidado con las bebidas extremadamente frías, ya que pueden causar calambres estomacales.

Otro punto crucial es limitar el tiempo al aire libre. La recomendación es reducir el ejercicio durante las olas de calor extremo, descansar con frecuencia y buscar áreas de sombra. Se sugiere limitar las actividades al aire libre a momentos más frescos del día, como temprano en la mañana o en la tarde.

Nunca se debe dejar a niños en un auto estacionado, incluso con las ventanas abiertas. Las temperaturas dentro de un vehículo pueden aumentar rápidamente y volverse mortales para los menores. De manera similar, los CDC enfatizan la importancia de monitorear a las personas vulnerables a las enfermedades por calor.

CDC recomienda hidratación y uso
CDC recomienda hidratación y uso de protector solar durante la ola de calor (Getty Images)

Población vulnerable

Entre los grupos de mayor riesgo se encuentran los bebés y niños pequeños, personas con sobrepeso, mayores de 65 años, y aquellos que se esfuerzan excesivamente durante el trabajo o ejercicio. También están en riesgo las personas con enfermedades cardíacas o hipertensión, y aquellas que toman ciertos medicamentos, incluidos los depresores, somníferos o para la circulación defectuosa.

No se debe olvidar a las mascotas durante las olas de calor. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA) ofrece varios consejos para mantener a las mascotas seguras. Estos incluyen proporcionar agua fresca en abundancia para evitar la deshidratación, no ejercitar en exceso a las mascotas y nunca dejarlas solas en un auto estacionado.

La ASPCA destacó que las mascotas con caras planas, como los pugs, no pueden jadear tan eficientemente y están en mayor riesgo de sufrir golpes de calor. Estas mascotas, así como las mascotas mayores y con sobrepeso, deben mantenerse en interiores tanto como sea posible.

Entre los más vulnerables al
Entre los más vulnerables al calor extremo se encuentran los niños (REUTERS/Kaylee Greenlee Beal)

Cómo identificar un golpe de calor

Según los CDC, los síntomas del golpe de calor incluyen una temperatura corporal de 39.4°C o más alta, piel caliente, roja, seca o húmeda, pulso rápido y fuerte, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión y pérdida de consciencia.

También se describe la falta de sudoración como un signo crítico. Si alguien muestra estos síntomas, se debe llamar al 911, mover a la persona a un lugar más fresco y usar toallas mojadas para enfriar su cuerpo rápidamente.

En contraste, los síntomas del agotamiento por calor pueden incluir sudoración excesiva, piel fría, pálida y húmeda, pulso rápido y débil, náuseas o vómitos, calambres musculares, sensación de cansancio o debilidad, dolor de cabeza y pérdida de consciencia. Al igual que con el golpe de calor, se debe buscar atención médica y tomar medidas para enfriar a la persona afectada.

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