Traveon Hughes Sr., de 20 años, fue sentenciado el viernes a cadena perpetua por el asesinato de su hijo de 13 semanas, Traveon Hughes Jr., quien murió asfixiado con una toallita de bebé en junio de 2022, en Cleveland. El veredicto fue emitido por un jurado del condado de Cuyahoga esta semana, tras determinar que el acusado había actuado de manera intencional.
El juez del Tribunal de Primera Instancia del Condado de Cuyahoga, William McGinty, dictó la condena que permite a Hughes buscar libertad condicional después de cumplir 15 años de prisión.
Lexi Bauer, portavoz de la Oficina del Fiscal del Condado de Cuyahoga, confirmó la información a USA TODAY. “El Estado de Ohio cree que la muerte del bebé Traveon Hughes fue un homicidio intencional”, declaró el fiscal Michael C. O’Malley en un comunicado tras el juicio, añadiendo que “un jurado compuesto por ciudadanos de nuestro condado estuvo de acuerdo”.
Durante el juicio, el asistente del fiscal del condado de Cuyahoga, Kerry Sowul, argumentó que el padre sentenciado, quien había llegado a Cleveland desde Chicago con el bebé dos días antes de su muerte, se sintió frustrado por el llanto constante del infante.
Hughes Sr. afirmó que había colocado una toallita de bebé en el pecho de su hijo en lugar de un babero, dejando la habitación por un corto periodo. Al regresar, encontró al menor ahogándose y llamó al 911. Los paramédicos que respondieron al llamado no fueron informados sobre la obstrucción en la garganta del bebé hasta que descubrieron la toallita mientras intentaban salvar al niño, reportó Law & Crime.
El martes, el jurado encontró a Hughes Sr. culpable de asesinato, homicidio involuntario y dos cargos de poner en peligro a un menor. Las autoridades policiales y la Oficina del Médico Forense del Condado de Cuyahoga determinaron que el bebé era demasiado joven para haber colocado la toallita en su propia garganta y concluyeron que la asfixia había sido inducida intencionalmente. Cuatro días después de la muerte del infante, el hombre fue arrestado en conexión con el evento.
En su defensa, el abogado del acusado, W. Scott Ramsey, afirmó que su cliente no había actuado de manera negligente ni intencional al causar la muerte del bebé. “Hughes no colocó deliberadamente una toallita en la garganta de su hijo”, mantuvo Ramsey, quien anticipó apelar la sentencia.
El juez McGinty se dirigió al padre durante la audiencia de sentencia, diciéndole, “El jurado ha hablado, usted ha sido condenado por el crimen de asesinato”, antes de imponer la cadena perpetua. “Traveon, no hay nada más que pueda decirle, ¿de acuerdo? Todo esto es estatutario, tenemos una sentencia que se ha impuesto, tendrá derecho a apelar”, culminó la autoridad.
Este caso ha resonado fuertemente en la comunidad local y más allá, generando un debate sobre la seguridad infantil y las medidas adecuadas para los padres primerizos que podrían enfrentar situaciones de estrés extremo. La trágica muerte del pequeño Traveon ha sacado a la luz la importancia de la educación y el apoyo a las familias jóvenes en momentos críticos.