Un grupo de senadores republicanos anunció este viernes que unirán fuerzas y se opondrán a los proyectos que el oficialismo demócrata presente en la Cámara Alta como respuesta a la sentencia de la víspera contra el ex presidente Donald Trump, que consideran injusta e impulsada por motivaciones políticas. La medida muy probablemente afecte la actividad legislativa en el hemiciclo y la ralentice ya que suele depender del consentimiento unánime para actuar con rapidez.
“La Casa Blanca se ha burlado del Estado de derecho y ha alterado fundamentalmente nuestra política de manera antiestadounidense. Como Conferencia Republicana del Senado, no estamos dispuestos a ayudar e instigar a esta Casa Blanca en su proyecto de destrozar este país”, comienza la carta dirigida a Pennsylvania Avenue firmada por los senadores Michael S. Lee, J. D. Vance, Tommy Tuberville, Eric Schmitt, Marsha Blackburn, Rick Scott, Roger Marshall y Marco Rubio.
Dos de ellos, Vance y Rubio, figuran en la lista de los posibles compañeros de fórmula de Trump mientras que Scott buscará el puesto de líder en la Cámara, en reemplazo de Mitch McConnell.
“Las declaraciones contundentes no son suficientes. Aquellos que convirtieron nuestro sistema judicial en un garrote político deberían rendir cuentas. Ya no cooperamos con ninguna prioridad o nominación legislativa demócrata e invitamos a todos los senadores interesados a unirse a nuestra postura”, sumó Lee en un mensaje en sus redes sociales.
Así, los legisladores adelantaron que no darán su aval a ningún aumento de fondos o iniciativas que no estén ligadas con la seguridad del país. Esto incluye proyectos de asignaciones que financien la “ley partidista”, la consideración y aprobación acelerada de cualquier iniciativa, y designaciones de candidatos políticos o judiciales propuestos por el Presidente.
De mantenerse la medida en los meses próximos, Estados Unidos podría quedar nuevamente ante el riesgo de un shutdown antes del inicio del nuevo año fiscal, en octubre, cuando se tendrá que aprobar un proyecto de ley de financiación provisional o la ley de asignaciones.
Este jueves, Trump se convirtió en el primer ex presidente en la historia de Estados Unidos en ser condenado en un juicio penal, en el que se lo acusaba de 34 delitos ligados al pago de USD 130.000 a la actriz porno Stormy Daniels durante su campaña de 2016, con el fin de mantener secretos sus encuentros sexuales, que temía lo perjudicaran en las urnas.
Tras el veredicto, el empresario no tardó en apuntar contra Biden y resaltar las motivaciones políticas que -asegura- impulsaron la resolución del jurado y el caso en su totalidad, que desde un primer momento describió como una “cacería de brujas”. “Todos me dijeron: ‘Este es el caso más ridículo que he visto’. El juicio fue manipulado y el Juez se prestó a esa manipulación. El juicio fue muy injusto, fue organizado por Biden”, sostuvo durante una rueda de prensa.
A continuación, dijo que a pesar de los esfuerzos de su principal rival por “amañar” el caso, “estoy seis puntos arriba en las encuestas” y “el verdadero veredicto se dará el 5 de noviembre, por el pueblo”.