Los cuerpos de Verónica Butler, de 27 años, y Jilian Kelley, de 39 años, quienes desaparecieron en Oklahoma, fueron encontrados en un congelador enterrado en un terreno de Texas County, según documentos judiciales recientemente desclasificados.
Las autoridades descubrieron los cadáveres el 14 de abril de 2024 en un terreno rural que era arrendado por Tad Cullum, quien es uno de los cinco acusados de secuestrar y asesinar a las mujeres, de acuerdo con documentos presentados el pasado 15 de mayo.
Además de los cuerpos en el congelador, también se encontraron en el terreno prendas de vestir, cinta adhesiva y un cuchillo, cada uno de estos con posibles rastros de sangre, así como cinta negra, un cable eléctrico y una combinación de pistola de aturdimiento y linterna, según los documentos, a los que tuvo acceso la agencia de noticias The Associated Press (AP).
Cullum, de 43 años, residía en Keyes, Oklahoma, junto con su novia Tifany Adams, de 54 años. También fueron acusados el matrimonio conformado por Cole Twombly y Cora Twombly de Texhoma, Oklahoma, y Paul Grice, de 31 años. A todos se les imputaron dos cargos de asesinato, dos de secuestro y uno de conspiración para cometer asesinato. Los cinco están detenidos sin fianza, y una orden de silencio les impide a sus abogados comentar sobre el caso, señaló ABC News.
El conflicto entre Butler y Adams se debía a una disputa amarga por la custodia de los hijos de Butler, quienes a su vez son los nietos de Adams. “Butler estaba a punto de obtener visitas sin supervisión durante una audiencia programada poco más de dos semanas después de la desaparición de ambas mujeres,” se menciona en los documentos.
Butler y Kelley desaparecieron el 30 de marzo mientras se dirigían a recoger a los hijos de Butler para una fiesta de cumpleaños, siendo Kelley la encargada de supervisar la visita.
Los restos de las mujeres fueron encontrados aproximadamente a 14 kilómetros de donde se halló su vehículo, que estaba cerca de una intersección en una carretera rural, a unos 418 kilómetros del lugar donde Butler debía recoger a sus hijos. Las gafas de la madre fueron encontradas cerca del carro y se hallaron rastros de sangre en la carretera, conforme a una declaración jurada de arresto.
Investigadores rastrearon teléfonos celulares prepagados comprados por Adams que ubicaron la zona donde se encontró el congelador enterrado, publicó la AP.
Un testigo mencionó a un investigador que Paul Grice le había preguntado poco después del hallazgo de los cuerpos cuánto tiempo le tomaría al laboratorio estatal procesar la evidencia de ADN, cuánto duraría el ADN en la tierra, cuánto duraría el ADN en la ropa en un hoyo de 4.5 metros de profundidad y si sabía cómo podría llevar a “un tipo y su familia” a México, según los documentos.
Otro testigo comentó a los agentes del Buró de Investigaciones del Estado de Oklahoma (OSBI) que los cinco sospechosos formaban parte de un grupo religioso con temática antigubernamental conocido como “God’s Misfits”.
El arresto de los acusados revela más detalles inquietantes. Cullum había arrendado el terreno para el pastoreo de ganado, y fue allí donde las autoridades descubrieron el congelador enterrado con los cuerpos de Butler y Kelley.
El caso sigue bajo investigación y, dado el actual mandato de silencio, los abogados no pueden emitir declaraciones sobre el procedimiento. El suceso mantiene conmocionada a la comunidad de Hugoton, Kansas, y ha desencadenado una serie de diligencias judiciales con implicaciones graves para los acusados, quienes enfrentan la posibilidad de largas sentencias por los cargos que se les imputan.