El aumento acelerado de los alquileres frente a los salarios en varias ciudades de Estados Unidos ha puesto en jaque la estabilidad financiera de sus habitantes. De acuerdo con un estudio realizado por Zillow y StreetEasy, entre 2019 y 2023 los alquileres crecieron un 30.4%, mientras que los salarios aumentaron solamente un 20.2%. Esta diferencia ha generado un impacto significativo en las familias, obligándolas a redistribuir sus ingresos y enfrentar problemas de calidad de vida.
El estudio también señala que esta tendencia es más acentuada en ciudades como Miami, Tampa, Atlanta, Charlotte y Phoenix. Para marzo de 2024, el costo promedio de alquiler residencial en el país ascendió a 1,987 dólares, un 0.8% más que el año anterior, según cifras del portal Rent.
La disparidad entre el crecimiento de los alquileres y los salarios es particularmente severa en estas urbes, donde los residentes destinan gran parte de sus ingresos al pago de la vivienda.
Expertos inmobiliarios consultados por Zillow y StreetEasy reportan que, aunque el ritmo de aumento de los alquileres ha disminuido, los precios siguen en ascenso. Las construcciones de edificios multifamiliares han mitigado la carga en algunas áreas, pero la oferta de viviendas sigue siendo insuficiente para satisfacer la demanda creciente.
La alta demanda y la falta de oferta suficiente han provocado que los alquileres se vuelvan prohibitivos, especialmente en las principales ciudades. En lugares como Nueva York, San Francisco y San Diego, esta tendencia continúa, aunque con menor intensidad que en Miami o Phoenix.
El informe también destaca un desplazamiento significativo de residentes desde grandes ciudades hacia áreas suburbanas o rurales. Este fenómeno ha provocado un aumento en la demanda de alquileres en estas zonas, derivando en un incremento de los precios en áreas que anteriormente eran más asequibles. Este éxodo ha sido más notable en ciudades como Baltimore, Cincinnati y Las Vegas, según revela Zillow.
Por otro lado, ciudades como Austin y Portland han experimentado una reducción en los costos de alquiler debido al incremento en la oferta de viviendas. En estas ciudades, se han implementado políticas y estrategias de construcción que han permitido un equilibrio mayor entre la demanda y la oferta disponible, de acuerdo con el estudio de Zillow y StreetEasy.
El impacto de los altos alquileres no se limita a la economía de las familias, sino que también afecta su calidad de vida. La elevación de los costos ha llevado a muchas personas a optar por viviendas más pequeñas para ajustarse a sus presupuestos. Esto ha derivado en condiciones de hacinamiento que pueden influir negativamente en la salud física y mental de los inquilinos. Según los datos del estudio, una reducción en el espacio habitable puede limitar las actividades diarias y aumentar los niveles de estrés y ansiedad, comentó Zillow.
Además, el aumento en los costos de alquiler fuerza a muchos inquilinos a desplazarse hacia áreas periféricas o menos desarrolladas, que pueden carecer de los mismos servicios e infraestructuras que las zonas céntricas. Esto implica una menor accesibilidad a buenos colegios, transporte público eficiente y servicios de salud, lo que puede impactar considerablemente la calidad de vida de los residentes, según StreetEasy.
El gasto elevado en alquileres también conduce a recortes en otros aspectos esenciales de la vida. Los trabajadores se ven obligados a reducir sus gastos en alimentación, cuidado infantil, educación y ahorros para el futuro. Esta situación puede llevar a una nutrición deficiente y limitaciones en el acceso a servicios de cuidado infantil de calidad, como indica el informe de Rent.
La inseguridad habitacional y la carga financiera derivada de los altos alquileres afectan de manera considerable el bienestar mental de los inquilinos. La constante incertidumbre sobre la capacidad de pagar el alquiler mensual puede generar ansiedad, mientras que la necesidad de tener múltiples empleos para cubrir los costos puede resultar en agotamiento físico y mental, sostuvo StreetEasy.